Descripción de la Exposición
La muestra de Gorka Chillida (San Sebastián, 1981), titulada Hacer crecer, acoge un conjunto de dieciocho esculturas en acero de diversos formatos y más de una cuarentena de dibujos recientes. Hijo y nieto de una saga de artistas vascos de renombre internacional, Gorka Chillida ha comenzado a mostrar su obra recientemente, con una excepcional acogida en Madrid, Donosti, Barcelona y ahora en Cadaqués. Es el autor del dibujo del cartel de la actual edición del Festival de Música de Cadaqués, donde perfila el perímetro de la bahía de Cadaqués con las formas geométricas tan características de su dibujo.
Su obra explora el potencial volumétrico del espacio. Las esculturas se originan a partir de pequeños tubos de acero, cuyos extremos se expanden generando capas, cavidades y aberturas que gravitan sobre su propio cuerpo. A la hora de crearlas, Gorka Chillida deja visible en su piel la textura de las soldaduras que unen las pequeñas piezas, provocando, así, un juego visible de contrastes. Es un ejercicio que desarrolla el equilibrio entre las dualidades de dentro y fuera, de lo visible y oculto, la suspensión y la gravedad. La obra pide al espectador una actitud activa a fin de encontrar desde el punto de vista, siempre cambiante, un camino dentro de las cavidades por donde orientar la mirada y el pensamiento.
En el caso del dibujo, sigue las exploraciones iniciadas en la escultura, y partiendo del vacío construye un tejido de formas de marcado carácter geométrico, que constituyen unas "colonias" creadas con ritmos repetitivos y variaciones. De fuerte impacto visual, en monocromo, sus dibujos son rigurosas variaciones formales que crecen orgánicamente.
La exposición de Gorka Chillida se relaciona con una muestra de Arte concreto, una de las líneas expositivas del galerista, arquitecto y artista italo-suizo Lanfranco Bombelli, fundador de la Galería Cadaqués (1973-1997 reabierta en 2003 por Huc Malla). Así, veinte años después del cierre del histórico espacio Galería Cadaqués 2 (1976-1982), surgido de la necesidad de acoger un mayor número de artistas, algunos de ellos tan señalados como Joseph Beuys, Joan Brossa, Adolfo Estrada, Richard Hamilton, David Hockney, Frank Stella y Mies van der Rohe, este verano rinde homenaje al Arte concreto coincidiendo con el centenario de la Bauhaus.
La constelación de artistas vinculados a la biografía de Lanfranco Bombelli establecen un marco histórico y conceptual afín a las composiciones geométricas, rigurosas y sistemáticas basadas en los mínimos medios plásticos, que en el caso del Arte concreto halla su inspiración en la matemática así como Gorka Chillida en composiciones abstractas que crecen de manera orgánica.
La Galería Cadaqués realizó una tarea muy importante y legendaria como editora de obra gráfica y múltiples, algunas piezas de las cuales son las que, en proceso o en series, se muestran en esta exposición. Se pueden ver dos obras, de bellos ritmos coloreadas (1977) de Max Huber, artista y grafista de origen suizo y protagonista de la tipografía constructiva de la posguerra; una avant la lettre de Max Bill, Vier mal drei gleiche farbquanten (1990), edición para el cartel del Festival de música de Cadaqués, y una edición excepcional de 1943. También se pueden ver pruebas de artista e impresiones de Richard Paul Lohse, Bruno Munari, Dario Grossi y Heijō Hang, procedentes del cadaqués portfolio one (1973), editado por Bombelli y que fue el hecho fundacional de la Galería Cadaqués. De Jakob Bill se presenta la serigrafía integrada en cadaqués portfolio four (1997), en memoria de su padre Max Bill. De François Morellet se muestra una excepcional edición de un dibujo post-Bauhaus realizado con el sistema de azar programado (1997) y Diagonale fragmentée (1978), una pieza de joyería contemporánea en acero inoxidable. De Sol Lewittt, la impactante y bellísima xilografía sobre papel japonés A form driven from a rectangular solid (1992). Del artista Antonio Calderara, dos serigrafías, en gran y pequeño formato, de las series de variaciones cromáticas (1977). De Adolfo Estrada, el único representante del Arte concreto en España, se presenta a modo de friso una P/A del conjunto Cassia (1975). Finalmente, rindiendo un homenaje explícito a Lanfranco Bombelli, quien de joven había colaborado en la reanudación del Arte concreto en los años inmediatos a la finalización de la Segunda Guerra Mundial, se encaran tres obras gráficas suyas en blanco y negro con la obra del también joven artista Gorka Chillida.