Descripción de la Exposición
Guillermo Oyágüez Montero (Málaga, 1970) inaugura su nueva exposición en Ansorena inspirada en las series del canal televisivo Netflix.
Desde el año 2000 es artista habitual de la galería, en cada exposición nos sorprende con un nuevo tema, en esta exposición más que en ninguna otra, congela momentos, se convierte en un observador que nos descubre un mundo insólito dentro de la pequeña pantalla.
Oyágüez supera la figuración al uso y aunque sus pinturas se centran en ciertos detalles de series concretas, no resulta evidente, y el espectador ha de poner parte de su imaginación para completar la obra.
UNA SERIE DE CUADROS DE UNAS SERIES.
Siempre las casas y paisajes americanos han llamado mi atención, de inicio quizá por todas las películas que veía de adolescente, después, hace muchos años Alfredo, mi hermano, me invitó a California a pintar, estuve un mes con el caballete a la espalda paseando por toda la costa de Santa Bárbara, playas solitarias e interminables, casas sobre acantilados donde se alojaban los estudiantes de la UCSB, casas de Isla Vista que si ahora las buscas en Google Earth no guardan nada de aquel encanto, reformadas para sacar más habitaciones y con ello más rentabilidad. Quedan mis cuadros como testigo de lo que aquello fue y eso, a mí, me emociona por ser parte de mi diario.
Años después volví a EEUU, esta vez a Boston, dos meses disfrutando de pintar del natural, como única compañía mi caballete y un conocimiento del inglés suficiente para mantener alguna atropellada conversación, e insuficiente para no siendo un tipo de primer impacto visual intentar engatusar en mis salidas nocturnas con la palabra, hablé poco y miré mucho, mirar mucho, algo que enriquece mi pintura más que pintar.
Llevo años escuchando conversaciones sobre estas series, series en streaming, no era algo que me convenciera hasta que lo valoré como una buena manera de mejorar mi inglés, verlas en versión original.
Y así empezó todo, las tardes de mi día a día transcurrían así, unas series me enganchaban por su trama, otras por su estética, a veces por ambas cosas. Tiene el formato serie algo que me gusta, capítulo a capítulo te sumerges en los mismos paisajes y personajes, los paisajes, casas e interiores que ves en un largometraje durante algunos segundos aparecen en la serie día a día haciéndolos tuyos, familiares, conociendo el vecindario, el entorno, su clima según el día, su vegetación...
Con el tiempo como herramienta, el calor de mi casa, mando de tele, mi cámara de fotos y conexión a internet empecé a capturar imágenes que me trasladasen a aquellos ambientes vividos en mis anteriores viajes.
He intentado no pararme en la parte más artesana, pienso que el arte es artesanía vestida de importancia, no conformarme con que el cuadro estuviera resuelto a falta de lo más importante, aquello que va más allá de una ejecución correcta del cuadro (para este fin teóricamente cualquier licenciado en Bellas Artes está preparado…) deseé darle "rollo", conseguir por ejemplo que una de las piezas principales de la exposición, la imagen de la piscina de Strangers Things con sus hamacas y con un fondo de árboles pelados detrás tuviera la sensación de misterio que a mí me provoca, nunca me metería en esa piscina sin delimitar dando la espalda a ese frondoso y sombrío laberinto de troncos, quería esa inquietud que me producía y para ello no hay pasos concretos a seguir, no hay recetas, solo tachar y volver a hacer, velar, días frustrantes y días de aciertos y así hasta decir "¡ahora, ahora sí!", cuadro tras cuadro.
He hecho variaciones inventadas, jugando con la luz, son aquellos en los que la palabra "versión" aparece en su título.
Siento si esperaban consideraciones técnicas o conceptuales en esta presentación, decía Rusiñol "De todas las maneras de engañar a la gente la pose de seriedad es la que hace más estragos", o quizá algún escrito de alguien que me aprecie con un contenido que lógicamente hubiera sido halagador, tras mi trabajo solo hay un modesto diario, no hay mucho más detrás de mi pintura que yo, una persona más con la misma sensibilidad o menos que cualquier otra.
Guillermo Oyágüez Montero