En una entrevista hecha a Carlos Saura sobre los diferentes aspectos que relacionan el cine con la fotografía, hizo una consideración que me resultó muy sorprendente e interesante acerca de que las fotos son el único documento que nos permite tener 'la memoria de cómo éramos', y esto a lo largo de toda nuestra vida. Esta reflexión me hizo pensar en que, efectivamente, sin las fotos perderíamos el recuerdo de nosotros mismos, nos olvidaríamos de nuestra imagen, del rostro, de los ojos, de las manos, de la mirada...

Por otro lado, nunca habríamos sabido cómo fueron nuestros padres cuando todavía no lo eran. O nuestros antepasados. Sí, hay algo de tiempo detenido en las fotografías que siempre me ha fascinado. Son crónicas de tiempos vividos que recogen la huella de la vida.

Por eso, las fotos que hoy disfruto de Camino (una de ... las mejores alumnas que he tenido en mi trayecto docente) hechas por su amante-retratista Guillermo, donde refleja el enorme interés que le despierta esta mujer versátil y misteriosa, me conmueven profundamente, y las contemplo pensando (no sé si envidiando), cómo Guillermo -que es capaz de transmitirnos en sus imágenes una pluralidad de emociones que van desde la ingenuidad hasta la sugerencia de mundos más íntimos como el erotismo, la sensualidad, el amor o la maternidad, esforzándose siempre en la búsqueda estética de los planos, las luces-sombra, la composición...- se convierte también en cronista fascinado por su musa-mujer, para que ella sepa de sí misma cuando el tiempo pase y

'.........antes que el tiempo airado

cubra de nieve la hermosa cumbre'

Soneto XXIII, Garcilaso de la Vega

Con el mayor afecto, Guillermo. Por la sinceridad y autenticidad de tu obra.