Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Sorolla estuvo en Granada en cuatro ocasiones: 1902, 1909, 1910 y 1917. La primera fue una visita fugaz, pero dejó en él una profunda huella ('la impresión de Sierra Nevada es algo de lo que no se olvida', escribió a su mujer), y el deseo de regresar para pintarla. Y así lo hizo: en las tres estancias siguientes, en no más de treinta días en total, reflejó Granada en cuarenta y seis cuadros. Veinticuatro de ellos se conservan en el Museo Sorolla, junto con el valioso testimonio de las cartas en que el pintor transmitió sus impresiones a su familia cuando no la tenía con él, más los dibujos en que recogió algunos detalles que le fueron interesando, con vistas a la creación del segundo jardín de su casa, el actual museo. Tras aquella primera visita, Sorolla volvió a Granada para pintar, deslumbrado por el espectáculo grandioso de su sierra, y fue deleitándose luego en los rincones de la Alhambra, cada vez más seducido por su belleza e intimidad, entre otros aspectos del paisaje granadino. En dos campañas casi seguidas, noviembre-diciembre de 1909 y en febrero de 1910, Sorolla pintó numerosos cuadros para la gran exposición que celebraría en 1911 en el Art Institute de Chicago y el City Art Museum de San Luis. En ambas ocasiones tuvo mala suerte con el tiempo y tuvo que pintar aprovechando los ratos en que hacía sol, o, al menos, no llovía: los cuadros reflejan esas condiciones en el color y la luz, en la melancolía que los impregna, pero, sobre todo, en una técnica veloz, de una asombrosa seguridad, que construye las formas con los mínimos elementos. Siete años después, en 1917, Sorolla volvió, esta vez para pintar por propio gusto, y en los siete días que trabajó en la ciudad buscó los lugares que le habían impresionado en sus anteriores estancias, sus propios recuerdos. También ahora era invierno, las albercas estaban heladas y amenazaba nieve, y Sorolla pintó una Alhambra inmaterial, casi un espejismo, la imagen de sus propias emociones. España es el segundo país del mundo con mayor número de monumentos declarados patrimonio de la humanidad, y entre ellos el destino más visitado es la Alhambra de Granada, que obtuvo su declaración por la UNESCO en 1984, junto con el Generalife y el Albaicín. En 2010 el Museo Sorolla, que fue la casa del pintor, fue el escenario escogido para presentar el Plan de Promoción Internacional 2010-2012 de Turismo Cultural por los ministros de Industria, Turismo y Comercio, Cultura, y Asuntos Exteriores y Cooperación. Varios hilos se anudan, pues, en esta exposición y en este museo: el nacimiento de la idea del turismo cultural en nuestro país, a la que el propio Sorolla estuvo asociado por su amistad con Benigno Vega Inclán, primer Comisario Regio de Turismo (1905) y vinculado a la Alhambra como vocal de su Patronato, creado en 1914; su relación con la importante iniciativa de la Hispanic Society of America; las propias ideas de Sorolla, relacionado con el espíritu regeneracionista de la Institución Libre de Enseñanza; su conciencia del valor del patrimonio histórico y artístico de España y de la necesidad de difundirlo y protegerlo, que culminaría en la decisión familiar de entregar al Estado su casa para la creación de un museo. Y finalmente, su estancia en Granada en un momento de preocupación por la restauración de la Alhambra. El encuentro entre un lugar como Granada y un pintor de la talla de Sorolla no podía sino dejar un fruto extroardinario.
La muestra reúne 24 cuadros que el pintor realizó en varios viajes a localidad andaluza y que se conservan en el Museo. La exposición, organizada por el Museo en colaboración con el Ayuntamiento de Granada, incluye además un conjunto de dibujos que muestran cómo la asimilación del paisaje granadino fue más allá de su producción pictórica, ya que quedó plasmado en el diseño de una de sus obras más personales: el segundo jardín de la Casa Sorolla. Sorolla viajó a Granada en cuatro ocasiones (1902, 1909, 1910 y 1917). La primera fue una visita fugaz, pero dejó en él una profunda huella pues quedó deslumbrado por el paisaje y el patrimonio monumental de la ciudad. Sierra Nevada, las vistas de la ciudad o los patios y torres de La Alhambra son algunos de los motivos que cautivaron al pintor. Los paisajes que Sorolla realiza en Granada son clave dentro de su producción. En ellos explora el género del paisaje puro, sin figuras, desplegando todos los recursos adquiridos a lo largo de su carrera con una pincelada expresiva y certera.
Premio. 09 sep de 2024 - 13 oct de 2024 / Madrid, España
Exposición. 05 oct de 2024 - 09 mar de 2025 / Centro Botín / Santander, Cantabria, España
Formación. 15 oct de 2024 - 30 jun de 2024 / Museo Nacional Thyssen-Bornemisza / Madrid, España