Descripción de la Exposición
“Gran Jaima Negra II”
de lo nómada a la norma
En el proyecto de Robin Kahn + La Cooperativa Unidad Nacional Mujeres Saharauis
dOCUMENTA (13)
Kassel, Alemania
9 Junio – 15 Septiembre, 2012
Una mujer cose, dentro de su jaima, otra jaima con “tejidos de alta visibilidad”. La máquina de coser avanza sin parar abriendo, construyendo, haciéndose camino entre las telas. Mientras la televisión “busca la señal” y una vez encontrada retransmite noticias cotidianas de la situación política saharaui.
Videoacción, dvd 2,20 minutos. 2012
Gran jaima negra es el nombre de un poema del poeta saharaui Zaim Al-Lal (Ĥauza, 1957). Aquí, un objeto: el concepto transmuta en color –fluorescente- al adquirir corporeidad acusando algo pasado por alto o excesivamente visible respecto a los métodos de construcción de la vivienda tradicional saharaui. La jaima abre un paréntesis significante acerca del significado de su devenir cotidiano e histórico.
En nuestro imaginario, la jaima está connotada por una carga simbólica múltiple (histórica, social, relacional, mítica) incluso para las sociedades no árabes.
La jaima fluorescente, simbólica, se superpone a la jaima tradicional, funcional y eficaz con su lógica aplastante de necesidad cotidiana. De esta forma subraya cómo la tradición puede invisibilizar, acogotar o congelar el pensamiento sobre el modo de hacer los objetos implícito en la identidad de sus actores. La jaima tradicional, confeccionada con pelo, sufre una transformación al realizarse con tejidos “normativizados”, regulados. Se produce un juego de equívocos presente también en la autoría en función de los agentes que participan en su construcción: planteada en su concepción por mujeres de nacionalidad española, está en parte cosida en Madrid por una mujer inmigrante de origen sudamericano y se termina de confeccionar ya en Tifariti por la intervención de mujeres saharauis.
Planteamos la construcción y el levantamiento colectivo como una cartografía de los hechos y no-hechos (vivencias y ausencias) que suceden en ella y se filtran a través de ella a la comunidad. En este proceso, la energía solar y eléctrica, como la acción común y anónima del grupo, se refleja a través del tejido que la transforma en elemento señalizador de emergencia; una llamada de urgencia sobre el territorio. El color del tejido enfatiza el ideario de su historia, la escritura de su texto. La ausencia de su centro, que queda vacío, a diferencia de la vida que acontece en las jaimas tradicionales, evidencia un pozo, un agujero. Un espacio real ignorado siempre, que nunca se colma ni llena, que siempre se alfombra y niega.
Tras la resolución del Tribunal Internacional de La Haya favorable a la descolonización del Sáhara Occidental y su derecho a la auto-determinación, los saharauis debían crear instituciones adecuándose al escenario protocolario entre los países. Tenían que pasar rápidamente a un modelo institucional de estado para ser mejor reconocidos ante la ONU, debían seguir las pautas reflejo del modelo institucional que debía darles el visto bueno, sufriendo así descontrol y pérdida de sus propias formas de coordinación comunitaria y estructuras sociales basadas en la confianza. La inclusión deviene exclusión, se devuelve la imagen de los iguales ante la imposibilidad de asunción real de la otredad.
¿Qué realidad se otorga al pueblo saharaui, la que ellos eligen o la que es ‘convenientemente’ escogida por la comunidad internacional? ¿Qué capacidad de decir y hablar se otorga a sí mismo el pueblo saharaui?
Colectivo Tuizza
Ana Pinilla, Carmen Sabalete, María José Ollero
Exposición. 14 jul de 2012 - 15 jul de 2012 / Documenta de Kassel / Kassel, Hessen, Alemania