Descripción de la Exposición
La exposición de Graciela Iturbide que se presenta en la Fototeca Latinoamericana en Buenos Aires Argentina trata de un diálogo de dos series fotográficas, una de ellas cerrada y la otra abierta. La primera de ellas está constituida por las fotografías que Iturbide sacó en el baño de Frida Kahlo, un lugar íntimo que contenía cartas secretas así como sus objetos personales, corsés, muletas, batas manchadas de pintura, una prótesis, carteles de Stalin, etc. El baño fue tapiado por instrucciones de Diego Rivera a la muerte de Frida en el año de 1954, y debería permanecer así durante 15 años, pero Dolores Olmedo decidió dejarlo cerrado permanentemente. Luego de su muerte, su heredero así como la directora de la casa museo de Frida decidieron abrirlo, fue en el año de 2006 cuando Graciela de casualidad apareció un día en el museo y descubrió todos estos objetos de dolor amontonados en la tina, y pidió permiso para hacer un trabajo fotográfico para reinterpretar a Frida a través de ellos.
Pocos años antes, Graciela fotografió el jardín botánico de Oaxaca a instancias del pintor Francisco Toledo, en donde encontró especies autóctonas que no pueden sobrevivir si no es gracias a especiales cuidados y atenciones. Se encontró con la vulnerabilidad de la vida, con una fragilidad curiosamente parecida a la condición física y de salud de Frida. En el jardín botánico las plantas son protegidas con estructuras que sostienen, cuerdas amarradas, paños y zanjas. Estos objetos son como prótesis, iguales a las de Frida. Fue por esta razón que Graciela decidió en años recientes unir las dos series en un mismo discurso.
El jardín botánico fue solo el comienzo del interés de Iturbide por la naturaleza, y en otros viajes que realizó a distintas ciudades de Europa, como Roma, visitó varios jardines alquímicos, pero también fotografió en las carreteras del sur de los Estados Unidos a otras naturalezas intervenidas por le hombre, o bien al mundo humano intervenido por la naturaleza. Estos trabajos dieron finalmente como fruto la publicación del libroNaturata, cuyo nombre fue una idea de su amigo Jean Hendrix. Se trata de una palabra en latín que significa: naturaleza intervenida por el hombre.
Graciela dejó hace años de retratar a la gente, al ser humano, para enfocar su lente en otro tipo de seres animados o inanimados, como objetos que parecen tener vida, plantas, pájaros y a otros animales. El hombre desapareció de sus imágenes, su fisicalidad y su figura, pero no su condición ni sus características simbólicas esenciales, su dolor, su fragilidad, su vulnerabilidad, su espíritu alquímico y su libertad. A la unión de éstas dos series hemos añadido como una especie de epílogo una serie de autorretratos tomados en el curso de los últimos 25 años en los que la fotógrafa usó varios animales que parecen ser una extensión de su rostro, pájaros, caracoles, serpientes, imposible no pensar en la medusa griega, en nuestra señora de las iguanas juchiteca retratada por ella en los años ochenta, así como en un mundo simbólico que se desata y desdobla de manera automática gracias a la llave con la que ésta creadora de imágenes nos permite penetrar y descubrir jardines alquímicos nunca antes vistos.
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España