Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- I. Años tempranos Gotthard Schuh (1897-1969) es uno de los fotógrafos suizos más importantes del siglo XX. En 1930 interrumpe una prometedora carrera de pintor para dedicarse en cuerpo y alma a la fotografía. Schuh participa entusiastamente en la revolución estética que tuvo lugar en el mundo de la fotografía a finales de los años veinte y que postulaba una «nueva visión». En el floreciente fotoperiodismo descubre una oportunidad para poner en práctica sus ideas plásticas; y dentro de Suiza, la revista Zürcher Illustrierte es la que establece la pauta en ese ámbito. Su redactor jefe, Arnold Kübler, se hace con los fotógrafos de más talento del país para redefinir el reportaje gráfico como forma narrativa. A partir de 1932 Gotthard Schuh será uno de sus colaboradores fijos. Pero junto a su actividad de reportero, Gotthard Schuh siempre buscó posibilidades de escapar de la cotidianeidad. A principios de los años treinta pasó varios periodos de estancia en París, donde supera el rígido programa de la «nueva visión» y desarrolla un estilo que podría describirse como «realismo poético». La expresividad emocional, la densidad de ambientes y la sensibilidad psicológica se convierten en elementos centrales de su fotografía. Schuh fotografía escenas nocturnas, se sumerge en mundos femeninos, rastrea un erotismo vibrante y convierte lo interpersonal en su tema por excelencia: en su mundo de imágenes predominan las mujeres -ellas, cómo no-, amantes o aglomeraciones de personas que transmiten la sensación del pulso de la vida. II. El realismo poético de los años treinta Cuando en 1930 Gotthard Schuh comienza a tomar fotografías se deja arrebatar por el espíritu innovador que rodeaba a la «nueva visión»: en sus primeras publicaciones, los efectos ópticos y el diseño marcado desempeñan un papel importante. Pero Schuh no se dedica exclusivamente a retratar perspectivas poco habituales ni a representar con precisión lo superficial, sino ante todo a las sensaciones de la vida cotidiana: escenas aparentemente poco espectaculares pero tan llenas de misterio que generan una gran tensión, como la primera frase de un relato. Durante sus estancias en París durante los años treinta, Schuh se deja inspirar por el placer de vivir de esa vibrante ciudad. En esa época comienza a centrar su fotografía en las personas. Los ambientes y la expresividad lírica se convierten en los impulsos centrales de su trabajo. Mujeres, parejas o escenas callejeras son sus motivos predilectos. Schuh se deja llevar continuamente por el erotismo. Con una mirada muy especial para los ambientes cambiantes del día a día de la ciudad, en esos años explora también Zúrich, donde vive y trabaja la mayor parte del tiempo. En 1935 dedica a esa ciudad el primer libro de fotografías, que es mucho más que un mero retrato turístico o documental. La obra de Schuh de los años treinta está también fuertemente marcada por su trabajo de fotoperiodista. Por encargo de Zürcher Illustrierte (ZI) realiza reportajes gráficos desde toda Europa; cubre temas sociales, culturales, deportivos o políticos, como por ejemplo la subida al poder de los nazis en Berlín. En 1941 Schuh abandona la excitante vida de reportero independiente y se convierte en el primer redactor gráfico de Neue Zürcher Zeitung. III. Inseln der Götter [Isla de los dioses]: hechos y fantasías En marzo de 1938 Gotthard Schuh parte hacia Singapur, Java, Sumatra y Bali para un viaje de once meses. A su regreso publica el libro Inseln der Götter [Islas de los dioses] (1941). Lo que a primera vista parece un gran reportaje documental revela ser, examinado con más detalle, un relato de viaje subjetivo, una lograda mezcla de informe y observación íntima, de hechos y fantasías. Gotthard Schuh presenta las «islas de los dioses» en tres grandes capítulos: se honra a la naturaleza y al paisaje tanto como a la población y la cultura locales, el trabajo y la vida cotidiana o las fiestas y rituales religiosos. El texto, detallado y muy personal, del libro de Schuh permite barruntar que el fotógrafo, con sus fotografías claras y sensuales, ha creado un mundo opuesto a una crisis existencial, entablando la lucha contra sus propios abismos oscuros. Inseln der Götter es uno de los libros más conocidos y de mayor éxito de la historia de la fotografía suiza, lo que resulta tanto más llamativo por cuanto que fue publicado en un entorno difícil, en medio de la II Guerra Mundial. Mientras a partir de mediados de los treinta la creación cultural suiza giraba cada vez más en torno a la propia patria, en este trabajo Schuh se ocupó de un paraíso aparentemente intacto situado en el otro confín del mundo. Las fotografías de Schuh han cosechado una enorme significación, entre otras cosas por su contenido poético y metafórico, más que por su contexto histórico, geográfico o etnológico. Se han convertido en símbolos de la búsqueda de la belleza y del ansia de armonía interior. IV. Begegnungen [Encuentros]: en busca de una verdad interior Como redactor gráfico de Neue Zürcher Zeitung, Gotthard Schuh se cuenta entre los cofundadores de un suplemento en formato de revista que él convirtió en los años cincuenta en un foro de fotografía que gozó de gran consideración. En Das Wochenende publica reportajes de jóvenes colegas y de fotógrafos internacionalmente famosos. Sus propios trabajos fotográficos los publicó en libros sobre Italia (1953), el Tesino (1961) o Venecia (1964). Sin embargo, la publicación más importante de esa época es el libro Begegnungen [Encuentros] (1956), donde Schuh combina fotografías antiguas y recientes en una composición de asociación libre que da como resultado una obra nueva e inmanente. Combina fotografías centradas siempre en el tema del encuentro: el encuentro de hombre y mujer que se buscan mutuamente (o que se separan), o los encuentros del fotógrafo con personas, paisajes y cosas. Con la mirada netamente subjetiva con la que narra sus encuentros, Schuh se convierte en un importante paradigma para los jóvenes fotógrafos suizos. También Robert Frank le reconoce como mentor, y se declara impresionado por su forma de expresión emocional y comprometida con la verdad interior. A partir de 1952 se desarrolla entre ambos fotógrafos una amistad basada en un profundo respeto mutuo. Cuando en 1958 Frank publica su libro Les Américains, señero de una época, Schuh comprende de inmediato que Frank ha creado algo absolutamente novedoso: la sinceridad sin maquillaje de la fotografía de Frank le estremece. Las obras de Gotthard Schuh y Robert Frank están relacionadas entre sí ante todo por sus respectivas facetas melancólicas. V. La fotografía como expresión: la asociación de fotógrafos Kollegium Schweizerischer Photographen En 1950 Gotthard Schuh funda, conjuntamente con los fotógrafos Werner Bischof, Paul Senn, Jakob Tuggener y Walter Läubli, la asociación Kollegium Schweizerischer Photographen. La asociación, que engloba a eminentes fotógrafos y cuenta con una organización poco rígida, difunde una fotografía de autor con expectativas artísticas. Sus miembros se reúnen regularmente en sesiones que culminan con una comida conjunta y un intercambio de ideas. En dos exposiciones celebradas en la Helmhaus de Zúrich (en 1951 y 1955), los miembros de Kollegium presentan sus ideas sobre la calidad en fotografía: atribuyen un gran valor a la expresión individual y subjetiva y a las fotografías que despliegan un intenso efecto aun no estando vinculadas a una finalidad determinada, tal como escribe Gotthard Schuh: «Casi todas las instantáneas han surgido vinculadas a una finalidad, tenían misiones que cumplir, debían comunicar esto o aquello como parte de un reportaje o como fotografías individuales, casi todas ellas servían para hacer visualmente patente un texto. ¿Por qué no reunir en una muestra esas fotografías, liberadas ya de su finalidad original? Una fotografía de intensa expresión, percibida correctamente tanto formal como sensorialmente, tensada sobre sí misma, tiene vida propia». Para la segunda exposición, titulada «La fotografía como expresión», la asociación Kollegium incorporó al elitista grupo una selección de jóvenes fotógrafos, entre ellos Robert Frank y René Groebli. Las fotografías expuestas por Kollegium llaman la atención por su marcada sensualidad, y no en menor grado por sus muchas tonalidades oscuras, melancólicas. Con obras como 'Funeral, Barcelona' (1951) o 'Valencia' (1950), Robert Frank es quizá quien más se adentra en la representación de aquella tristeza existencial que le acompañaría también en su creación tardía. A pesar del éxito que tuvo entre el público, la asociación Kollegium se disolvió en 1956 debido a divergencias de opinión entre sus miembros.
La exposición, que presenta por primera vez en España la obra del fotógrafo Gotthard Schuh, está organizada en colaboración con Fotostiftung Schweiz de Winterthur, de donde proceden todas las obras. La muestra comprende 113 fotografías, 93 de ellas de Gotthard Schuh, que datan entre 1929 y 1956, y 20 fotografías adicionales de Robert Frank, Werner Bischof, Jakob Tuggener y René Groebli. La exposición presenta a Gotthard Schuh al lado de los fotógrafos suizos más importantes de su tiempo, todos ellos miembros del Kollegium de Fotógrafos Suizos (Kollegium Schweizer Photographen) en los años 50.
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