Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Galería Cayón presenta la primera exposición de Gonzalo Chillida (San Sebastián, 1926-2008) en la galería. Se trata además de la primera ocasión en que se realiza una muestra exclusiva de la labor fotográfica del artista, labor que él consideró fundamental en la faceta de su trabajo que más se conoce, la pictórica. Por contra de lo que pudiera pensarse, los cuadros de Chillida no son captaciones plean air de un entorno natural; más bien al contrario, son cuidadas composiciones que en muchas ocasiones leen un paisaje a través de una fotografía previa. Eso no quiere decir que la fotografía de Chillida no sea autónoma de su obra pictórica. En paralelo a la pintura, Gonzalo Chillida realizó una exhaustiva labor fotográfica que conforma un extensísimo atlas paisajístico. A las fotografías captadas desde los años cincuenta con la cámara analógica Leica y reveladas por él mismo en blanco y negro, le suceden las realizadas en color digital. Todas responden a una mirada recurrente y determinada que persigue dentro del instante una cualidad atmosférica o un encuadre óptimo. En ocasiones compone fotomontajes para obtener una visión más amplia o una panorámica y así desarrollar extensas series con variantes de un mismo motivo en instantes casi simultáneos. La fotografía se convierte, en ocasiones, en la base o sujeto principal de sus pinturas. Durante su vida, Gonzalo Chillida eludió hablar públicamente sobre su trabajo. No obstante, en un escrito descubierto recientemente, argumenta: 'Soy muy amante de la naturaleza. Estos colores y estas brumas que se ven en mis cuadros existen realmente en nuestro paisaje, aunque a veces los idealizo y salen de la realidad, convirtiéndose en pintura abstracta. La mar me atrae de una manera muy especial. Nunca quise vivir sin verla. Esto no quiere decir que solo me impresione este paisaje, pues también me emociona Castilla, con sus grises, ocres y tierras rojas, sus llanuras como mares' (Archivo Chillida Ameztoy, Documento manuscrito del autor, s.t./ s.f). Es esta idea la que conduce a Miguel Zugaza a calificar a Chillida, dentro de su generación, como 'el primer paisajista entre los abstractos' (Miguel Zugaza, Presentación del libro Gonzalo Chillida. Pintura, Museo del Prado, Madrid, 2006). Gonzalo Chillida en sus últimos años acudía casi a diario al monte Igueldo para fotografiar el crepúsculo, 'el cielo, ese otro infinito puro que no tiene otro semejante natural que la mar' (Francisco Calvo Serraller, Pintar al límite, Ed. Museo de Bellas Artes de Bilbao, 1989). La obra de Gonzalo Chillida, mostrada a lo largo de los años en exposiciones individuales y colectivas nacionales y extranjeras y representada en museos y colecciones públicas y privadas, fue reconocida en el año 2001 con la concesión de la Medalla de Oro de las Bellas Artes.
Galería Cayón tienen el placer de presentar la primera exposición de Gonzalo Chillida (San Sebastián, 1926-2008) en la galería. Se trata además de la primera ocasión en que se realiza una muestra exclusiva de la labor fotográfica del artista, labor que él consideró fundamental en la faceta de su trabajo que más se conoce, la pictórica. Por contra de lo que pudiera pensarse, los cuadros de Chillida no son captaciones plean air de un entorno natural; más bien al contrario, son cuidadas composiciones que en muchas ocasiones leen un paisaje a través de una fotografía previa. Eso no quiere decir que la fotografía de Chillida no sea autónoma de su obra pictórica. En paralelo a la pintura, Gonzalo Chillida realizó una exhaustiva labor fotográfica que conforma un extensísimo atlas paisajístico. A las fotografías captadas desde los años cincuenta con la cámara analógica Leica y reveladas por él mismo en blanco y negro, le suceden las realizadas en color digital. Todas responden a una mirada recurrente y determinada que persigue dentro del instante una cualidad atmosférica o un encuadre óptimo. En ocasiones compone fotomontajes para obtener una visión más amplia o una panorámica y así desarrollar extensas series con variantes de un mismo motivo en instantes casi simultáneos. La fotografía se convierte, en ocasiones, en la base o sujeto principal de sus pinturas. Durante su vida, Gonzalo Chillida eludió hablar públicamente sobre su trabajo. No obstante, en un escrito descubierto recientemente, argumenta: “Soy muy amante de la naturaleza. Estos colores y estas brumas que se ven en mis cuadros existen realmente en nuestro paisaje, aunque a veces los idealizo y salen de la realidad, convirtiéndose en pintura abstracta. La mar me atrae de una manera muy especial. Nunca quise vivir sin verla. Esto no quiere decir que solo me impresione este paisaje, pues también me emociona Castilla, con sus grises, ocres y tierras rojas, sus llanuras como mares” (Archivo Chillida Ameztoy, Documento manuscrito del autor, s.t./ s.f). Es esta idea la que conduce a Miguel Zugaza a calificar a Chillida, dentro de su generación, como “el primer paisajista entre los abstractos” (Miguel Zugaza, Presentación del libro Gonzalo Chillida. Pintura, Museo del Prado, Madrid, 2006). Gonzalo Chillida en sus últimos años acudía casi a diario al monte Igueldo para fotografiar el crepúsculo, “el cielo, ese otro infinito puro que no tiene otro semejante natural que la mar” (Francisco Calvo Serraller, Pintar al límite, Ed. Museo de Bellas Artes de Bilbao, 1989). La obra de Gonzalo Chillida, mostrada a lo largo de los años en exposiciones individuales y colectivas nacionales y extranjeras y representada en museos y colecciones públicas y privadas, fue reconocida en el año 2001 con la concesión de la Medalla de Oro de las Bellas Artes. La exposición es parte del Festival Off de PHotoEspaña 2014.
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España