En Cabezas Olmecas: Caricia y Materia, lejos de los ejercicios anatómicos, ausente la compulsión descriptiva, triunfa libérrima la imaginación de (Aceves Navarro) este tesoro-viviente, dedicado a remover la placidez y molicie de nuestras convicciones plásticas, inoculándonos el azoro y la gracia como antídotos frente a los dolores del tiempo aciago en que sobrevivimos…….. en homenaje a esas masas pétreas, rotundas, enormes, y por principio, enigmáticas. Es aquí donde el talento de nuestro Premio Nacional de Bellas Artes 2003 se detiene, hurga en el misterio, para ofrecer un caleidoscopio de retratos en mutación incansable que, impúdicos y lúdicos, irrumpen en las más delirantes de las paletas.