Descripción de la Exposición Las últimas piezas creadas por el artista alemán Georg Herold, se presentan en esta nueva exposición de la Galería Juana de Aizpuru. En ellas se puede observar el crecimiento del artista en relación con su entorno, su compromiso con un estilo propio y singular que le ha llevado a elevarse a la cima del arte internacional desde hace tres décadas. Georg Herold nació en la República Democrática Alemana con todo lo que ello conllevaba hace ya sesenta años, para lo bueno y para lo malo. La Alemania Oriental no le podía proporcionar todos los impulsos artísticos que él demandaba para cubrir las necesidades de sus inquietudes, por lo que decidió 'saltar' el muro y comenzar su carrera como artista en el mundo occidental. En 1974 se encontraba estudiando arte en la Academy of Fine Arts en Munich, donde permaneció dos años para extender posteriormente sus estudios en Hamburgo, de 1976 a 1978. Asimismo, como casi todos los artistas que cambiaron de aires tan tajantemente por aquellos años, nunca se ha sacado la espina de sus orígenes, y parece que su arte de crítica ácida y carácter político puede verse fuertemente influenciado por su lugar de nacimiento. Fue amigo (y aún lo es) de artistas tan notables y de fama reconocida internacional como los hermanos Oehlen o Martin Kippenberger, por lo que es fácil imaginar que compartió ideas e inquietudes con éstos, inmersos en su juventud en los ambientes punk más subversivos de Alemania. Igualmente formó con ellos un grupo de artistas en Colonia, de suma importancia. Georg Herold es un artista inclasificable, hace de la libertad un juego artístico y las formas de sus obras a menudo pretenden ser elementos lúdicos de la percepción e interpretación del puro arte, sin otorgarle importancia a la técnica. Lo ambiguo de su conceptualismo a menudo es basto, duro e incluso violento; hace uso de materiales frecuentemente relacionados con el Arte Povera, como el cemento, el ladrillo o la arena, formando un conglomerado estético que se aleja de la suave brisa del arte más dulce y fácil de digerir. Sus obras, llamémoslas esculturas, pinturas, ensamblajes, collages o como queramos, son total y absolutamente crudas. Los materiales reutilizados o de bajo valor estético no hacen sino reforzar ese carácter irónico, incluso cómico, acerca no solo del arte, sino de la sociedad, de su entorno, de la política, de la realidad, de la actualidad… Pese a no cambiar su estilo propio, influenciado por Joseph Beuys (en uso de materiales y estructuras, como sus conocidas vitrinas), transgrede clara y continuamente las barreras de lo convencional e incluso del buen gusto. Sin embargo, no hemos de llevarnos a engaño y buscar en las obras de Georg Herold un sentimiento profundamente 'feísta', sino que, más allá de cualquier pretensión de ser explícito, la ambigüedad permite una infinidad de interpretaciones que hace las delicias de los espectadores, mientras el propio artista guarda bajo llave la verdad única de su arte, que no es otra que esa intención de hacer pensar y sentir el arte. Combina a la perfección estas obras de materiales pobres con otro material que es leit-motiv de sus piezas desde hace ya varios años: el caviar. En esta muestra se pueden ver varios cuadros cuyas abstracciones están hechas a base de caviar y acrílico sobre lienzo, lo cual nos conduce a una nueva poética alejada de la brusquedad de los ladrillos o el cemento. Es el juego del arte el que nos permite interpretar esta conversación de distintos materiales tan dispares, a nuestro antojo, pero lo cierto es que el contraste nos lleva a una inquietud buscada y provocada por el artista, cuyas pretensiones se esconden detrás de la ambigüedad, la ironía y tal vez la diversión.
Exposición. 31 oct de 2024 - 09 feb de 2025 / Artium - Centro Museo Vasco de Arte Contemporáneo / Vitoria-Gasteiz, Álava, España