Descripción de la Exposición
Iván Hurtado nos presenta una serie de piezas que rompen con el relato del fracaso, que se nos cuenta desde la perspectiva de la destrucción, del logro no alcanzado, de aquello que se escapó en el momento en el que todo se rompió en pedazos y que nos deja siempre la historia del progreso que nunca llegó. Hurtado se atreve a evaluar el término desde lo plástico, componiendo piezas cuya historia se origina en el fracaso, porque él define que empezarán allí y que su propósito no será alcanzar el éxito, sino mostrar que toda idea materializada por el hombre está condenada a fracasar, y que nunca tendrá un objetivo completamente definido (o por lo menos no uno que pueda durar infinitamente en el tiempo), pero siempre se podrá crear, y con el acto de creación nos presenta como lo que somos: constructores, que utilizan elementos y materiales básicos para levantar las estructuras más complejas. Una historia de los fragmentos es lo que interesa, ya que el mismo tiempo-espacio, que es la base fundamental de nuestro entendimiento de la realidad, se fragmenta y se recompone constantemente. Este proyecto propone una serie de estructuras fragmentadas que permiten ver la base de su composición fundamental, sin miedo a descubrir las formas puras que han sido creadas por el ser humano para representar la complejidad de lo real.
Cuando se crea, se suma al todo, que contrario a la nada es transitorio, está muerto, es finito. Contrario a la nada, que es infinita en tiempo y espacio, el todo es finito y transitorio, por ello la nada siempre es el reto del creador que se enfrenta con ella y saca algo, le arrebata a la posibilidad infinita y la vuelve algo: un prototipo, un elemento constructivo que fracasa porque ya no es infinito, pero es algo, finito como el humano. Hurtado nos recuerda que hacer algo es suficiente, porque al hacer se abraza el fin con cariño y se deja con ese gesto una huella que algún día se sumará al todo de otro ser, formando el conocimiento necesario para otro fracaso, que, si se entiende bien, será el origen de todo, y así hasta que entendamos que nuestro propósito no es destruir lo viejo y levantar lo nuevo. Más bien, nuestro propósito es abrazar lo viejo y levantar el presente con todo, lo que ha sido, lo que es y lo que será.
Diego Chavarría Restrepo
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España