Descripción de la Exposición A veces suceden cosas imprevistas. La vida, por ejemplo. Brotando en cualquier parte, incluso donde menos se la puede uno esperar. Y así, esta inusual exposición, en muy buena medida alentada desde el Centro José Guerrero. Aprovechando el entre dos muestras 'oficiales', Elena Frutos (Murcia, 1982) propone en la Sala Alta del Palacio de los Condes de Gabia una intervención de carácter experimental, efímera y frágil pero muy contundente. Apenas desmontada la exposición anterior (Punto de mira), y un par de semanas antes de comenzar el montaje de la siguiente (BB.AA., Promoción 2011), la artista, sin requerir tratamientos ni preparaciones especiales, 'ocupará' el espacio 'precario' de la sala vaciada con algo tan humilde como un pequeño cuaderno: un rollo de papel de caja registradora (siete centímetros de alto por treinta y cinco metros de ancho) donde ha venido registrando durante los últimos cinco años, como en un diario íntimo, dibujos y anotaciones que ahora expone en toda su amplitud. En sus palabras: 'El rollo no es un dibujo continuo sino más bien el montaje de etapas sucesivas de un diario gráfico, intermitente y dilatado, por el que transcurren cinco años. El proceso, lleno de pausas, no admitía sin embargo retoques o marcha atrás: la acción de dibujar, conforme a la continuidad -irrevocable- de su soporte, parte de un extremo y avanza en el tiempo con dirección y sentido únicos. El dibujo deviene escritura, pues no hay unidad compositiva sino secuencias fragmentarias entre las que se crean relaciones de contigüidad. (Qué hay contenido en el conjunto de esas 'secuencias fragmentarias' queda lejos de ser un asunto resuelto para mí misma: excede las expectativas de comprender a través del dibujo, y me devuelve un reflejo de múltiples elenas que tratan de comprender dibujando.)'
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España