Ahora hay una creencia generalizada de que la luz contra la ignorancia, el abuso de poder y la desigualdad ayuda. Esta dependencia de la luz trae paralelos a la "iluminación" que se practicaba en la antigua Ilustración en los siglos 17 y 18, fueron iluminados como rincones oscuros en los que las creencias irracionales, el misticismo y otros fenómenos incontrolables ocultaban. En ambos casos, se trata de una luz penetrante, genera la transparencia y visibilidad. Hoy tomamos esto a la luz en forma de vigilancia, la comunicación y la especulación.
La transparencia se ve cada vez más como un garante de muchas cosas, entre otras, honradez y fiabilidad, y por lo tanto en un sentido más amplio para el libre mercado y la estabilidad del propio sistema capitalista. El científico Clare Birchall llama a esto "El conjunto transparencia contemporáneo" [moderna Comunidad transparencia]. Ella argumenta que la transparencia es ascendido por nuestro..."enamoramiento luz" en un valor democrático pan-ideológica que no debe ser cuestionada. Así, mientras "transparente" en cualquier contexto democrático sigue siendo un requisito importante - tenemos el derecho de saber - esto también tiene ciertos rasgos de un dogma. Al mismo tiempo nos encontramos en el arte contemporáneo siempre luz que produce reflejos, la abstracción, la opacidad y sombras. Parte de ella ha migrado con Escapar Transparencia en el gran espacio de exposiciones de la MAK. Esta luz no es transparente, es degradado e indirectamente. Es una luz relacional, casi engañosa encendiéndose y apagándose. Hay soporte para mensajes comerciales, sino también las declaraciones menos claras sobre cuándo y cómo es algo visible. Es la luz de la reflexión y la reproducción sin fin en un entorno, sea visible en el con su o existe se equipara.
Quizás Birchall tiene razón cuando dice que cada época tiene la transparencia que se merece. No está claro lo que se quiere decir, cuando la vida en el futuro y no se desarrollan en planetas con dos pequeños soles, donde la vegetación debido a la fotosíntesis saturada es negro. Por ahora, podría ser el momento de cambiar el "derecho a la intimidad" contra el "derecho a la opacidad". Recordamos Eduard Glissant insistente llamada de este último, que surgió de la negativa de la población colonizada a controlar completamente transparente y por lo tanto para las potencias coloniales. Aquí opacidad no es lo mismo que la oscuridad, pero sólo lo que no puede ser restringido y recibir.
Artistas: Pablo Accinelli (Buenos Aires), Doug Ashford (New York), Claire Barclay (Glasgow), Rana Begum (London), Elena Damiani (Lima/Kopenhagen), Shezad Dawood (London), Annika Eriksson (Stockholm/Berlin), Matias Faldbakken (Oslo)
Monir Shahroudy Farmanfarmaian (Teheran), Ane Hjort Guttu (Oslo), Tom Holert (Berlin), Philippe Parreno (Paris), Amalia Pica (Buenos Aires/London), Bik Van der Pol (Rotterdam), Yelena Popova (Moskau/Nottingham), Walid Raad (Beirut/New York) y Haegue Yang (Seoul/Berlin).
Entrada actualizada el el 12 ago de 2015
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