Descripción de la Exposición Cuando se miran por primera vez las obras de Gonzalo Torné, uno se siente atraído por la extraordinaria fuerza de unos colores que configuran unas formas abstractas de manera intensa. La cualidad arrojadiza de estos sobre los más diversos soportes hace que los relacionemos con algunos de los maestros del expresionismo americano, sobre todo con el gran Pollock, si bien jugando, en el caso de Torné, con la pureza y la atracción de los colores que están ausentes en el caso del neoyorkino. Es claro que Torné ha bebido en estas fuentes en sus estancias americanas, pero siempre las ha tamizado con una sensualidad y avidez cromática que delatan sus orígenes gaditanos. Sin embargo, el atractivo de Torné no está en las relaciones que, más o menos pedantesca y profesoralmente, podamos establecer con uno u otro pintor, sino con la creación artística en sí misma, es decir, con la historia de la pintura en general, con el Museo del Prado, que confiesa adorar -es decir, con la mejor colección pictórica del mundo asentada sobre el color y la mancha-, y, sobre todo, con la vida. La libertad de Torné no viene solo por su ansia de continuo experimentalismo con técnicas, soportes, pigmentos, texturas y formas, algo que sabe hacer de manera magistral, ni siquiera por su utilización de las formas y figuras más concretas y determinadas en una pintura dominada habitualmente por la abstracción, sino por esa cualidad de pureza directa, de libre respiración de nuestros ojos, que nos permiten sus audaces combinaciones cromáticas en las que -de forma aparentemente intuitiva, pero que revela una aguda, y en realidad muy estudiada, mirada pictórica- propone espacios imposibles, pero que siempre resultan verosímiles y más que atractivos a nuestra contemplación. Ajeno a toda escuela y fuera de toda adscripción que no sea una vaga referencia al mencionado expresionismo abstracto, Torné es, sin duda, un pintor de nuestro tiempo y de su tiempo, marcado por la crisis de la mirada tradicional, por el abandono de espacialidades convencionales y, sobre todo, por la elevación de la forma a contenido y la valoración de la pintura como valor en sí misma, creadora de fuertes, pero a la vez, placenteras sensaciones. Admiremos y disfrutemos de un pintor que en estos momentos ha llegado a una espléndida y soberana madurez, capaz de captar con precisión, intensidad y belleza ese Fulgor del aire que tanto necesitamos.
Exposición. 17 nov de 2024 - 18 ene de 2025 / The Ryder - Madrid / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España