-------------------------------------------------------

-------------------------------------------------------

El trabajo de Jordi Colomer recrea espacios artificiales a partir de la construcción de decorados que nos plantean los límites entre la realidad y la ficción, la decoración y la arquitectura. Sus personajes deambulan por construcciones alegóricas, donde los objetos son ficciones, representaciones de los objetos reales, una escenografía tras otra, quedando patente su habitual colaboración en escenografías teatrales.

En algunas de sus obras, Anarchitekon, la arquitectura de la ciudad se presenta como una construcción, como una ficción, donde personajes anónimos trasladan edificios de un lugar a otro, representaciones de estos edificios. El artista se cuestiona la influencia del urbanismo en el comportamiento humano y explora la omnipresencia del modernismo en nuestro paisaje habitual.

En SIMO, otra de las obras en exposición, el artista recrea una historia real, la ... vida cotidiana de una mujer de pequeña estatura y sus dificultades para moverse en un entorno normal. El artista reflexiona sobre los cánones establecidos por la cultura occidental desde el Kuroi griego al Modulor de Le Corbusier que pautan la medida del hombre y por extensión la de toda la producción de objetos artificiales, resaltando su carácter de construcción cultural.

En general las preocupaciones del artista giran en torno a lo cotidiano y sus aspectos sociológicos, filosóficos y psicológicos y también lo aberrante, lo incongruente y su obviedad. Con referencias a Perec, Buñuel o Godard, Colomer nos habla con lucidez crítica de las pequeñas cosas de la vida al tiempo que plantea los grandes temas: la arquitectura en cuanto a medida del hombre, la diferencia o la inquietud.