Descripción de la Exposición Frank Thiel vuelve a exponer en la Galería Helga de Alvear. Nacido en 1966 en Kleinmachnow (Berlín Este), en 1985 se traslada al lado occidental en donde estudia fotografía. Desde mediados de los años 90 del pasado siglo su obra ha venido a retratar y a documentar los cambios acaecidos en la ciudad de Berlín desde la caída del muro. Son las grandes operaciones urbanísticas que debían cerrar las cicatrices físicas de la división (pero también las que debían crear un nuevo modelo de ciudad) las que se convierten en su objetivo fundamental y encuentran en las fotografías de gran formato la forma de representación mas apropiada. A continuación Thiel fijará su mirada en temas y elementos más concretos y específicos como su serie sobre las fachadas o sobre los edificios en construcción en los que las imágenes se van dotando de un carácter abstracto que gana significados al vincularse con momentos determinados de la historia del arte. Al mismo tiempo, el objetivo de sus fotografías se va centrado en elementos cada vez más particulares, pasando del macro, de la visión total de la ciudad, al micro, al detalle. En este sentido, su última serie mostraba trozos de paredes desconchadas, jirones de pintura, fragmentos del muro. En sus nuevos trabajos, Frank Thiel continúa esta exploración de la arquitectura como reflejo y, a la vez, resultado del paso del tiempo y de la memoria. El punto de partida son las cortinas que han quedado abandonadas en los antiguos edificios oficiales del Berlín Este, colgando durante más de 15 años. Por una parte, son los restos de la presencia de los que habitaron el lugar y por otra, un registro del paso del tiempo. Los estampados, reconocibles como propios de los años 60 y 70 de la industria textil de la Alemania del Este, se convierten en testigos de otra época. Son una reflexión sobre el paso del tiempo pero también sobre el tiempo pasado y su visión desde el presente, desde lo actual. Su método de trabajo prescinde de lo literal al someter a los objetos a un proceso que lo aleja de lo realista: las cortinas no se fotografían en su lugar de origen sino que son trasladadas al estudio del artista. Allí se colocan de una forma muy determinada hasta que los estampados adoptan las formas deseadas por Thiel. De este modo enfatiza la visión de las cortinas como un dibujo abstracto y las dota de nuevas referencias al tiempo que las libera de la anécdota y de lo meramente narrativo y potencia lo universal. Sin embargo, las fotografías se realizan siempre frente a la luz natural para mantener la atmósfera original. Frank Thiel ha expuesto su trabajo en el Centre National de la Photographie de París, en la Neue Nationalgalerie de Berlín, en el Moderna Museet de Estocolmo, el en Centro Galego de Arte Contemporanea de Santiago, en el Mori Art Museum de Tokio o en el Portland Art Museum en Estados Unidos.