Descripción de la Exposición
J. HILERA
Tiene la capacidad de mostrar el proceso de creación mediante ventanas que permiten al espectador descubrir el estado de la materia, desde antes de ser esculpida hasta su forma final, con los detalles secundarios eliminados para que brille, en un resultado que emociona por su excelencia, pureza y sencillez. Hay varias claves en su trabajo: honestidad, singularidad, delicadeza. Jesús Hilera usa varios materiales pero disfruta tallando la madera, la esculpe con tanta dulzura que sus ojos parecen pedir disculpas cada vez que golpea el cincel.
Nació en Bilbao, en 1979, pero se graduó en Valladolid, con el número uno de su promoción. En su primera producción recoge el guante que lanzó el siglo xx y parece que lo retara para luego tomar un camino propio que le ha conducido a una eclosión escultórica en la que se aprecia un gusto por el barroco, un entusiasmo por la tradición, una huella de su paso por los talleres de arte religioso, un profundo amor a su trabajo. Y valora la obra, no su firma. No es uno de esos artistas que se erigen en dioses para luego destruir su cielo.
Hilera es un hombre serio y humilde que se enfrenta al trabajo con una honestidad abrumadora. Los tótems que presentan no imponen, como viene siendo su función desde la antigüedad, no avasallan. Sin abandonar la firmeza transmiten serenidad y calma. Tampoco huye del magisterio, lo sigue, lo admira. Abre su mente a los maestros que, como Brancusi, lo emocionan y trata de seguir el camino sin descuidar en ningún momento que los pasos los da el solo. Lo percibimos en las cabezas que realiza con tanto esmero que al mostrarlas parece que sostuviera una pluma o una nube de algodón. Sus superficies, pulidas con pulcritud, brillan marcando un universo íntimo.
A Hilera le fascina la madera, ama los árboles, conoce las cualidades y características. De ellos extraerá sus magníficas esculturas. No desprecia la astilla y le asigna un lugar en el volumen, un emplazamiento en la composición. Es el color de la madera lo único altivo en sus tallas, porque al descubrise pulido y bello se muestra altanero, el resto es conocimiento y ternura. Todo esto dota a su obra de una atmósfera inmaterial y sorprendente.
Con la escultura de Hilera volvemos al principio de todo para retomar la esencia de nuevo, volvemos a valorar el aprendizaje, a mirar la obra resuelta y no al artista que la realiza, ni a la acción de realizarla. Volvemos al comienzo, antes de que todo se enturbie con la distracción y antes de que surja la vanidad romántica. Volvemos a una pureza perdida para descubrir de nuevo el amor por medio de la belleza. Y este objetivo es el compromiso artístico de Jesús Hilera.
Mariano F. Sánchez
Galería Antonio de Suñer
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España