Hola amigos. Las fotografías que presento hoy son el resultado de observar la calle, de mirar a la gente anónima que puebla el planeta. Gente que deambula por la vida con sus grandezas y sus miserias, ajenas a mi cámara. Vagar a la deriva con mi cámara por las calles, sin nada concreto que fotografiar, es una experiencia extraña y desafiante. Pero cuando aparece la fotografía que buscas, aún sin saberlo, cuando aparece el encuadre en el escenario y con la luz que te enamora, se convierte en un acto bello y mágico. Todas las ciudades y sus gentes tienen su energía, todas te muestran su encanto, todas te invitan a pasearlas y a buscar sus rincones. Es innato en ellas mostrar como durante años o siglos sus habitantes han ido configurando un entorno agradable y habitable, calles estrechas para evitar el calor, murallas para defenderse de sus enemigos, monumentos...para ensalzar sus creencias... Muchos, por no decir todos, son los fotógrafos que a lo largo de la historia han querido captar la vida de sus ciudades favoritas, la gente con sus costumbres, sus actos sociales políticos y religiosos. Grandes maestros como Henri Cartier-Bresson o Elliot Erwitt a otros mas actuales como Oliver Lang o Shin Noguchi, se consideran fotógrafos de calle o callejeros. Así que solo pretendo dar mi visión personal de este mundo. Las fotografías están realizadas entre Amsterdam, Marrakech, Fez, Chauen, Asnif, Zagora y Madrid, entre los años 2011 a 2013.
Entrada actualizada el el 02 mar de 2017
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