Descripción de la Exposición Kowasa Gallery abre la temporada de 2007-2008 con la exposición “El Humanismo de Willy Ronis”. A través de cuatro portafolios de temáticas distintas la muestra rinde homenaje a algunos de los momentos más emblemáticos de la trayectoria del fotógrafo francés, cuya obra, junto con Henri Cartier-Bresson, Robert Doisneau y Marcel Bovis, encapsuló la esencia del Humanismo francés.
Sus fotografías reflejan la historia de un hombre, de un país y de un siglo. Sin embargo, no fue la afición verdadera sino un accidente impuesto por el azar de la vida lo que empujó de Willy Ronis (París, 1910) hacía la fotografía. Nacido y crecido en un ambiente pequeño-burgués de padres inmigrantes, con 19 años Ronis se vio forzado de abandonar su vocación por la música para asumir responsabilidades en el negocio familiar, un taller de retrato y retoque fotográfico. Chocando con las expectativas convencionales de su entorno, Ronis pronto comenzó a anhelar salidas profesionales alternativas. Tras la muerte de su padre en 1936, inició su actividad como fotógrafo industrial y reportero y en los años de la posguerra trabajó junto con grandes figuras del fotoperiodismo contemporáneo, realizando encargos para las revistas y las agencias más importantes de la época. La carrera de Ronis se consolidó en 1954, cuando se publicó su monografía “Beleville-Ménilmontant”, un libro que, aparte de documentar la reconstrucción material y psicológica de Francia, le posicionó entre las cabeceras del Humanismo francés, movimiento artístico e intelectual que después de la segunda Guerra Mundial asumió la misión de restituir la fe en el ser humano.
Fotógrafo autodidacta, Ronis ha cubierto con su obra varios estilos y registros: del retrato al desnudo, de la fotografía de calle al paisaje, del espíritu comprometido y militante a la intimidad de la cotidianidad familiar. Imbuidas de sutileza visual y de un manejo riguroso de los recursos visuales, sus fotografías revelan un observador agudo de la psicología y del comportamiento humano. La mirada de Ronis destaca por su profundidad y por su calidez. Sus fotografías son la vida misma en todos sus matices: Surrealismo documental y poesía, anécdota y parodia; instantáneas en las calles, en las fábricas, en los barrios populares de París, y, sobre todo, las transformaciones del tiempo que sufre el cuerpo y el espacio. “Le nu provençal, Gordes 1949” es en un elogio a su musa Anne-Marie. Medio siglo más tarde, en “Nogent-sur-Marne, 1988” Ronis retrata la compañera de su vida en un estado irreversible de Alzheimer…
A sus 97 años, Willy Ronis goza de un reconocimiento que se expresa cada año con exposiciones que rinden homenaje a su obra. Sin embargo, no fue hasta los ochenta y después de casi dos décadas de ausencia relativa que Ronis se rescató del olvido gracias a dos fotógrafos entusiastas. Fueron Guy Le Querrec y Pierre-Jean Amar los que resucitaron el interés en su trabajo con una serie de publicaciones. Con el último colaboró Ronis también en un proyecto que ofrece la recopilación más completa de su obra como herencia para las futuras generaciones. Se trata de cuatro portafolios de edición limitada que incluyen una recolección de sus fotografías más emblemáticas desde el 1931 hasta el 1991. La exposición ofrece una oportunidad única de visionar estos cuatro portafolios y de redescubrir el humanismo intransigente de Willy Ronis.
Kowasa Gallery abre la temporada de 2007-2008 con la exposición “El Humanismo de Willy Ronis”. A través de cuatro portafolios de temáticas distintas la muestra rinde homenaje a algunos de los momentos más emblemáticos de la trayectoria del fotógrafo francés, cuya obra, junto con Henri Cartier-Bresson, Robert Doisneau y Marcel Bovis, encapsuló la esencia del Humanismo francés.
Sus fotografías reflejan la historia de un hombre, de un país y de un siglo. Sin embargo, no fue la afición verdadera sino un accidente impuesto por el azar de la vida lo que empujó de Willy Ronis (París, 1910) hacía la fotografía. Nacido y crecido en un ambiente pequeño-burgués de padres inmigrantes, con 19 años Ronis se vio forzado de abandonar su vocación por la música para asumir responsabilidades en el negocio familiar, un taller de retrato y retoque fotográfico. Chocando con las expectativas convencionales de su entorno, Ronis pronto comenzó a anhelar salidas profesionales alternativas. Tras la muerte de su padre en 1936, inició su actividad como fotógrafo industrial y reportero y en los años de la posguerra trabajó junto con grandes figuras del fotoperiodismo contemporáneo, realizando encargos para las revistas y las agencias más importantes de la época. La carrera de Ronis se consolidó en 1954, cuando se publicó su monografía “Beleville-Ménilmontant”, un libro que, aparte de documentar la reconstrucción material y psicológica de Francia, le posicionó entre las cabeceras del Humanismo francés, movimiento artístico e intelectual que después de la segunda Guerra Mundial asumió la misión de restituir la fe en el ser humano.
Fotógrafo autodidacta, Ronis ha cubierto con su obra varios estilos y registros: del retrato al desnudo, de la fotografía de calle al paisaje, del espíritu comprometido y militante a la intimidad de la cotidianidad familiar. Imbuidas de sutileza visual y de un manejo riguroso de los recursos visuales, sus fotografías revelan un observador agudo de la psicología y del comportamiento humano. La mirada de Ronis destaca por su profundidad y por su calidez. Sus fotografías son la vida misma en todos sus matices: Surrealismo documental y poesía, anécdota y parodia; instantáneas en las calles, en las fábricas, en los barrios populares de París, y, sobre todo, las transformaciones del tiempo que sufre el cuerpo y el espacio. “Le nu provençal, Gordes 1949” es en un elogio a su musa Anne-Marie. Medio siglo más tarde, en “Nogent-sur-Marne, 1988” Ronis retrata la compañera de su vida en un estado irreversible de Alzheimer…
A sus 97 años, Willy Ronis goza de un reconocimiento que se expresa cada año con exposiciones que rinden homenaje a su obra. Sin embargo, no fue hasta los ochenta y después de casi dos décadas de ausencia relativa que Ronis se rescató del olvido gracias a dos fotógrafos entusiastas. Fueron Guy Le Querrec y Pierre-Jean Amar los que resucitaron el interés en su trabajo con una serie de publicaciones. Con el último colaboró Ronis también en un proyecto que ofrece la recopilación más completa de su obra como herencia para las futuras generaciones. Se trata de cuatro portafolios de edición limitada que incluyen una recolección de sus fotografías más emblemáticas desde el 1931 hasta el 1991. La exposición ofrece una oportunidad única de visionar estos cuatro portafolios y de redescubrir el humanismo intransigente de Willy Ronis.
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España