Avelino Pi es uno de los pioneros de la fotografía deportiva en España. Su carrera empezó propiamente con los Juegos Olímpicos de Munich en 1972. Desde entonces, Avelino Pi ha sido testigo de cinco encuentros olímpicos más, tanto de verano como de invierno: Sarajevo, Los Ángeles, Barcelona, Sydney y Atenas.

Esta trayectoria le ha permitido captar los cambios en el mundo del deporte e incluso llegó a ser fotógrafo oficial del Comité Olímpico Internacional durante los años 80. Sin embargo, su experiencia no se circunscribe a los Juegos Olímpicos: de hecho son pocos los deportes que han quedado fuera de la mirada de Avelino Pi. Los profesionales y aficionados a la fotografía se sorprenderán ante el método de trabajo de Pi y las herramientas que ha utilizado. Avelino Pi siempre ha buscado la calidad por encima de todo. La nitidez ... y la esencia de la competición, el momento elemental de la superación y el esfuerzo. Este propósito le ha impulsado a utilizar cámaras de formatos inusuales con el afán de obtener resultados óptimos, innovadores y espectaculares. Es por ello que grandes marcas de prestigio, medios de comunicación, patrocinadores e instituciones han querido contar con sus obras.

La exposición retrospectiva «Avelino Pi, fotografía del deporte» es también un recorrido enérgico por los grandes momentos del deporte durante las cuatro últimas décadas. En ella podemos encontrar a las grandes figuras internacionales que han marcado época, como un auténtico Hall of Fame de instantes decisivos. Asimismo, se trata de una ocasión inmejorable para repasar la figura de los deportistas españoles que han visto crecer el deporte estatal y lo han situado en el mundo. En estos años, el deporte se ha convertido en un fenómeno de masas y, en este período de modernización, el objetivo de Avelino Pi se ha mantenido atento para dejar constancia de las transformaciones. Sin embargo, no ha descuidado nunca las emociones, la naturaleza íntima del deporte, las chispas de éxito y la reacción ante la derrota, más allá de los rostros conocidos y la evolución de la estética. Precisamente por ello, sus imágenes consiguen superar todas las fronteras espaciales y temporales, para convertirse en un reflejo de la condición humana.