Metales Pesados Visual abre sus puertas con la exhibición Fósiles de Gonzalo Pedraza. Allí el autor desarrollará la cuarta etapa de su investigación visual en torno al coleccionismo y el gabinete en la primera modernidad europea. Sus proyectos anteriores: Colección Vecinal, Colección de imágenes y Colección Televisiva se han enfocado a analizar las ideas en torno al arte y la cultura visual materializadas en cuadros y objetos de circulación cotidiana. Estos proyectos producidos desde hace siete años, se interrogan en esta exhibición.
Fósiles sigue los mismos parámetros del coleccionismo y el gabinete, pero interpreta a las imágenes no solamente como “representaciones”, es decir, como caras visibles que reconocemos según sus colores, composiciones y formas, sino como cuerpos dotados de distintas caras.
Fósiles se divide en tres secciones. La primera corresponde a una instalación de cuadros y esculturas adquiridos en ferias al aire libre: pinturas en cholguán, óleos y acrílicos sobre tela, láminas...impresas, fotografías, grabados, dibujos, esculturas de yeso, peltre y hierro. Se reunieron alrededor de 100 piezas que se disponen como un gabinete pictórico del siglo XVII: una al lado de otra, arriba y abajo. Saturando el muro principal de la galería de 7 metros de largo por 3 metros de alto. Pedraza formula el mismo gabinete de sus proyectos anteriores, pero su diferencia radica en las posiciones: todos los materiales dan su espalda. El espectador será testigo de ocres, maderas, negros, grises, opacos, clavos, rasgaduras, yesos y enlozados, como un gabinete de materialidades que proponen otra entrada a la idea de imagen desde un grupo de objetos que representan el arte de la cuneta.
La segunda y tercera sección, tituladas Ausencias se constituyen de una serie de cuadros enmarcados que presentan, por un lado, un registro fotográfico de las huellas que los cuadros dejan sobre los muros: manchas oscuras y claras que aparecen como un sudario de cada objeto colgado por el tiempo. Y por otro, páginas de álbumes antiguos del siglo XIX y principios del XX dispuestos uno al lado del otro formando una retícula de múltiples ausencias de las imágenes que habitaron allí.
Fósiles se instala en un mundo saturado de representaciones, y no solo se refiere a la extrema presencia de las imágenes, sino a su condición corpórea, a sus infinitas caras concibiéndolas como un poliedro: un objeto teórico que no solo se cierra en su representación, sino que multiplica en preguntas sobre la cultura material, las transiciones y movimientos, los significados y las huellas.
Entrada actualizada el el 29 oct de 2014
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