Descripción de la Exposición
Nos situamos ante una exposición póstuma y pertinente del artista vigués Luis Torras, recientemente fallecido a la edad de 111 años. Un tiempo de nostalgia para recordar al artista y admirar una importante selección de su Pintura. El gran pintor, admirado amigo, nos ha dejado en sus cuadros una particular huella que fue marcando el desarrollo total de su vida.
Poco o nada se puede aportar como comentario a su ciclo vital. Prácticamente está todo dicho… El reconocimiento y respeto artístico al contemplar su Obra es unánime.
A lo largo de más de siete décadas Luis Torras se dedicará con la soledad de un ermitaño y la disciplina de un soldado a desarrollar una carrera pictórica extensa, fructífera y homogénea que aún alejada de todo academicismo, aparece dominada por su fidelidad recia y constante a sus creencias artísticas, imperturbables ante el paso de modas y tendencias transitorias, y ajena a los vaivenes estilísticos y conceptuales que experimenta la creación pictórica en la 2ª mitad del siglo XX.
En esta muestra podemos encontrar obras desde los años 60 hasta la última obra pintada y acabada a la edad de 110 años.
Su forma de ver el mundo se refleja en sus pinturas de naturalezas muertas, paisajes solitarios, retratos fríos, alternando con algunos intervalos de algarabía y colores más fuertes que rompen en ocasiones la sensación de quietud y efecto silente que impera en gran parte de su obra, pero sin duda lo más representativo de su producción lo constituyen los paisajes que el artista aborda una y otra vez con la insistencia de un creador que busca atrapar todos los matices formales, cromáticos y sensoriales que la naturaleza le ofrece. Paisajes sobre todo gallegos, pero también castellanos, urbanos y rurales, de costa o de interior, en los que la figura humana está ausente.