Descripción de la Exposición
Pabellón 4 presenta la muestra FONO – GRAFÍAS de Jorge Haro (ARG, 1963) con la curaduría de Nestor Zonana, la co-curaduría y texto de Eugenia Garay Basualdo, y otro texto del especialista Andrés García La Rota (COL). La trayectoria de Haro lo instala de manera consolidada en la escena artística internacional del arte sonoro y visual hace más de tres décadas.
Investiga los aspectos estéticos y científicos del sonido y las vibraciones, con particular interés en la escucha expandida, la visualización del sonido, la sonificación de la imagen, las relaciones audiovisuales y los procesos de transformación de datos desde un enfoque minimalista. Sus obras tienen distintos formatos: grabaciones musicales, video, objetos, performances audiovisuales, conciertos acusmáticos, instalaciones y exhibiciones que se complementan total, o parcialmente, en cada proyecto. Sus ediciones discográficas han sido publicadas por sellos de distintos países y han obtenido reconocimiento de la crítica en Argentina, España, EE.UU., Francia e Italia. Ha realizado performances audiovisuales, conciertos acusmáticos, instalaciones y exhibiciones en América y Europa.
Las seis obras seleccionadas, realizadas entre el 2017 y el 2023, dan cuenta del metódico proceso investigativo de Haro con el sonido y la imagen, cuyos resultados constituyen un corpus único de obras audiovisuales producidas por un artista argentino contemporáneo.
Jorge Haro es docente de la Maestría en Arte y Estudios Sonoros de la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Ha dictado clases y conferencias en las universidades Complutense (Madrid), Pompeu Fabra (Barcelona), Roskilde (Dinamarca) y de Los Andes (Bogotá), entre otras instituciones. Hace 25 años inició en el Museo Moderno de Buenos Aires el ciclo hoy denominado Escuchar [Sonidos Visuales] que en la actualidad co-cura junto con Leandro Frías.
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TEXTO CURATORIAL
por EGB
Jorge Haro del silencio hace el trueno de un motor de una máquina pesada
El título es una frase de Javier Piñango que explica lo que alcancé a percibir que ocurre entre los minutos 43 y 45 del concierto que Jorge Haro brindó en Madrid [1] en 2018. Es tan complejo como explicar los cuadros a una liebre muerta.
Junto con esta exposición en Pabellón 4 (ARG), Jorge Haro presenta la publicación [2] que realizó en Colombia en 2020. Según Piñango [3], autor de un texto magnífico del libro, y quien ya dijo todo lo que se puede interpretar sobre los trabajos de este artista, Haro está mostrando lo que para nosotros es intangible. Le da forma audiovisual a algo que para nosotros es real pero no es, por costumbre, físico. No podemos tocar el sonido, no lo podemos ver. Técnicamente, esto lo pueden hacer muchas personas con conocimientos y una u otra tecnología. Pero Haro se distingue por “crear sonido” con otros a partir de la incertidumbre, ya sea con sonidos buscados, o encontrados al azar, en otros anteriores. Luego, da vida a un nuevo sonido. No le gustan las etiquetas, ni las categorías académicas. Piñango, como voz de autoridad y con conciencia histórica, dejó claro que es coetáneo, lo que lo convierte en testigo y no solo en contemporáneo. Recomiendo leer su texto. La suerte de Piñango es que conoce a Haro desde el centro mismo de sus procesos de producción. Como curadora no tuve ese privilegio que, además, conlleva años para interpretar al artista desde su propia enunciación. Cuando conocí a Jorge Haro, pocos meses atrás, hablamos un rato de la coyuntura, la vida, etcétera. No hablamos de su obra casi nada. Yo advertí, no soy “especialista” en esta “especialidad” dentro de la disciplina del arte sonoro. Tuve una única aproximación intuitiva, no técnica, y sigue siendo algo nuevo para muchos curadores. Como me dijeron que no importaba, repregunté y me dijeron que interesa como trato a los artistas. Un elogio que agradezco porque en este campo se critica, pero jamás se elogia. Me pareció un reto hablar de Jorge Haro. Así que este va a ser un texto curatorial diferente.
La visión de otra concepción de lo audiovisual
Puedo interpretar una obra audiovisual porque tengo diversos conocimientos técnicos del cine [4]; más en concreto, de la imagen y el sonido, utilizados en múltiples sentidos, que provengan del lenguaje cinematográfico. En esta ocasión, leo lo visual mejor que lo sonoro, en términos técnicos específicos. Vuelvo a esta frase: “Haro nos está mostrando lo que para nosotros es intangible.” Mi riesgo es doble porque en cine tenemos cierto grado de reconocimiento de la imagen, o del sonido, y lo podemos definir con alguna categoría ya convencionalizada.
En Argentina no tenemos demasiada idea de arte sonoro y aún, tampoco, incluimos éste arte audiovisual, con los parámetros que lo hace Haro, dentro del arte contemporáneo. Este es un segmento nuevo de la escena artística local que existe en paralelo y se maneja en otros circuitos de exhibición. La especialista más reciente es una joven investigadora, Mene Savasta Alsina, quien escribe sobre el tema [5] y también curó la primera muestra antológica llamada Umbrales. Espacios del Sonido en el Centro Cultural Recoleta en 2016, en la que participó Jorge Haro. Quizás haya otros entendidos que desconozco. En fin, no buscaron alguien que explique técnicamente la obra y lo escriba muy bien como Piñango. Si, interpreto el corpus de obras desde la curaduría o, mejor dicho, desde la práctica curatorial real, siguiendo a Marcelo Pacheco. No obstante, aclaro que es algo que no ha sido enseñado en las carreras de curaduría todavía. Desde hace un tiempo vemos pocas exposiciones y empezaron a proliferar nombres de artistas en premios de artes visuales, como Federico Barabino, con quien trabajé y aprendí de su obra porque fue generoso. Hasta lo que sabía, es decir, mi generación de curadores sabía, es que Jorge Haro era un artista multidisciplinar ligado a lo tecnológico y con circulación internacional. ¡Seguro que acepté este trabajo para aprender de Haro, no lo duden! Es extraño que un curador se manifieste de este modo. Se puede leer que oso competir con el protagonismo del artista, su muestra y sus obras. Pero en realidad, con este comentario quiero decir que no estamos preparados culturalmente y, en general, para muestras de este tipo de artista. No es frecuente. Pocos se encuentran habilitados para escribir como Rodrigo Alonso, sin ir más lejos, quien podría haber dicho algo mucho más significativo que lo que yo puedo aportar. Mi lógica profesional, que sigue la de Umberto Eco, me dice que Eco hubiera aceptado.
Mi visión de la obra de Haro es “una construcción en vivo y en reproducción, cada vez que ocurre indistintamente, de la abstracción del sonido en su proceso de transposición (Steimberg, 2013) [6] al aspecto plástico o visual propiamente dicho. Es decir, estamos frente a alguien que puede manejar lo sonoro y desde allí construir una representación visual verosímil de acuerdo a una estética que ha creado en particular. Esto traducido en rasgos o “constantes Haro”, según Piñango, conforman un ESTILO, siempre en la definición de estilo del semiótico argentino Oscar Steimberg. Por otro lado, observo que Haro es un performer –hace conciertos- y que muestra el registro resultante de sus trabajos performáticos. Por esto considero que es multidisciplinar además de audiovisual.
En lo técnico, lo profesional y lo humano, veo un artista que construyó una línea estilística y se lo reconoce por eso. Su trayectoria concuerda con las últimas tres décadas en las que se han ido y se están efectuando exhibiciones de los artistas que conforman los fundamentos de las especialidades dentro del arte sonoro. Pero es pronto, no damos abasto para historiar todo lo que sucede en medio de las marejadas de tecnología que nos acechan. El presente se vuelve obsoleto a cada instante.
Ese modo de componer en capas del que habla Piñango, antes que yo, en el que además Haro sustrae sonidos, constituye también una síntesis de pocos pero significativos elementos que han sido escogidos cuidadosamente. Diríamos que en otra vida Jorge Haro podría haber pertenecido a la dinastía Song, identificada por ser sofisticada, sintética, casi ascética. En la construcción gráfica de las frecuencias, Haro es un constructivista, más que un minimalista. Todo lo que tenemos alrededor en Pabellón 4 está construido con un sentido estrictamente audiovisual. Prevalece un equilibrio que noté el día que lo conocí en persona. Es un profesional equilibrado en la cima de su madurez artística y es joven aún. Reconocido por el campo de arte, participa sin esperar algo. En la actitud desinteresada de su personalidad también hay una naturaleza performática que no es una pose. Investido por una elegancia de corte simple, guarda gestos de lo punk y es refractario a lo que impone el sistema, casi como un outsider dentro del sistema mismo.
Mis conocimientos básicos sobre cómo se conforma la banda de sonidos de una película, me permiten leer, sin embargo, “la obra audiovisual que no es cinematográfica”. No hay variantes de tamaños de plano, no hay encuadres, todo es un único plano. El tiempo tiene una duración en vivo por la improvisación y otra duración en lo registrado o grabado. El espacio puede ser una pantalla, un objeto, o una impresión en papel. Todos los componentes de esta muestra están diseñados por el artista. Lo físico y lo abstracto, en sus literalidades, se amalgaman para constituir un todo. La obra de Haro adscribe a una sobriedad que sitúa su producción en un tipo de obra “de coleccionista” o de tirada limitada.
En un presente obsoleto en tiempo real, todo se percibe de forma arqueológica ni bien ha sido creado. Así como vemos una proyección de la obra audiovisual, también podemos apreciar un disco de vinilo de diseño específico en su bandeja para escuchar. En una conversación con Hugo Drueta [7] hablaron del fetichismo del último tiempo por los vinilos. Creo que con artistas como Haro se empieza a dar una suerte de fetichización de los exponentes de una tendencia. No conocemos cómo se mueve el coleccionismo de este arte, pero si advertimos que estamos frente a un referente del arte audiovisual muy involucrado con la escena internacional porque crea algo fuera de lo común, de una manera muy personal, y su trayectoria puede dar cuenta de esto.
En cuanto a la experiencia, le otorga al espectador varios recursos para no hacerle sentir la presión de interpretar las obras y se deje llevar, o se abstraiga en la obra por medio de la obra misma. Por ejemplo, la incitación que provoca por el uso particular de los graves, induce a una experiencia sensorial que puede repercutir en cada quien de manera distinta. Si siente la vibración, no solo se lee la imagen sonora; es decir, se pasa al plano corporal de forma directa. El sonido penetra el cuerpo mediante la vibración. El espectador pasa a ser el protagonista interactivo en sí mismo ya que la obra se apodera de su físico.
Es tan performática la experiencia sonoro-visual que podrías negarte a escuchar, cerrar los ojos para no ver, pero no podrías obligar al cuerpo a no percibir las vibraciones.
Haro crea a través de ese proceder performático del artista tecnológico que, eventualmente, encuentra aquello no buscado y le puede resultar aún más interesante que lo que buscaba. [8]
Eugenia Garay Basualdo
Curadora
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[1] Concierto de Jorge Haro en los Encuentros Sonoros Bellas Artes – Madrid, 10-10-2018. https://www.youtube.com/watch?v=v4mdEdoIOq0&t=1s&ab_channel=bbaafacultad
[2] Sepich J. (2020) (Ed.) El sonido visto. Una retrospectiva [in]finita. Jorge Haro. Idartes. El libro de 200 páginas, producido por Plataforma Bogotá, Laboratorio Interactivo de la Línea de Arte, Ciencia y Tecnología (Bogotá, Colombia) cuenta con textos de Hugo Druetta (ARG), Javier Piñango (ESP), José Martínez (ESP), Lidia Blanco (ESP), Jorge Barco (COL), Rodrigo Sigal (MEX), Norberto Cambiasso (ARG). Recuperado de: https://idartesencasa.gov.co/arte-ciencia-y-tecnologia/libros/jorge-haro-el-sonido-visto-una-retrospectiva-infinita
[3] Piñango J. (2020) Jorge Haro: la mirada y la escucha en Sepich J. (Ed.) El sonido visto. Una retrospectiva [in]finita. Jorge Haro. Idartes. P-p. 44-58.
[4] Graduada como directora de cine en 1999, Centro de Investigación Cinematográfica, Buenos Aires.
[5] Véase: https://menesavasta.com.ar/academics-curating/
[6] Steimberg, O. (2013). Semióticas. Las semióticas de los géneros, de los estilos, de la transposición. Eterna Cadencia.
[7] Diálogos. Hugo Druetta - Jorge Haro. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=tLLC6FpyFXk&ab_channel=Litus
[8] Reflexión extraída de la entrevista Micro Mutek Argentina | Eps 01 | Jorge Haro | Construir TV. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=VAJyMf871Z4&t=5s&ab_channel=CONSTRUIRTV
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