Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Ignacio Llamas construye sus metáforas proponiéndonos imágenes de lugares físicos. Unas construcciones arquitectónicas en las que su espacialidad se ve matizada por la luz. Esa luz, que crea sombras, brillos, zonas intermedias de penumbra e indefinición, es su único inquilino. En este microcosmos su protagonismo nos hace percibir al menos una doble lectura. Por un lado el espectador la siente como imagen de su interior, de su propia alma, de aquel espíritu que vaga o recorre su propio mundo. Y por otro la percibe como un elemento transformador de todas esas realidades dolorosas, capaz de convertirlas con sus matizados negros, blancos y grises, en una experiencia transformadora. Su propuesta es sencilla: descubrir, a través de sus espacios construidos y de los objetos abandonados, que allí tienen plena existencia, el misterio escondido. Aquello que de universal cada uno de nosotros lleva dentro. Sala 3_REFUGIOS DEL MISTERIO Partiendo de unas estructuras sencillas, que evocan constantemente a cajas, a contenedores donde poder guardar todo tipo de objetos, se hallan unas pequeñas aberturas por las que deslizar la mirada hasta su interior. Este acto inicial puede recordarnos a la actividad de un observador curioso y de hecho implica un movimiento y una acción por parte del espectador. Enseguida se transmuta esa mirada exterior en una mirada hacia el interior, no del espacio que se abre tras la ventana, sino hacia el interior del espectador, hasta lo más profundo de su ser. El acto de asomarse a uno de estos espacios interiores se convierte en un viaje hacia lo más escondido de nosotros mismos. Y allí nos encontramos con la luz, con nuestro más insondable ser inmortal. Estos espacios limpios, dominados por una luz calida que construye y genera una acogida, se ven alterados por pequeños elementos que disturban y desordenan nuestra mirada. Estos pequeños tableros, escaleras, restos de materiales de construcción actúan sobre el espacio como lo hacen nuestros limites, nuestros traumas, nuestras angustias y dolores en el alma. Por un lado la perturban pero por otro la humanizan. Se convierten, si son asumidos con esperanza, en generadores de una riqueza que completa nuestro ser. Se trata por tanto de permitir al espectador asomarse por un instante a su propia alma y de escuchar el sonido interior que esta genera, de reconocer la luz existente en ella y de asumir sus penumbras y oscuridades. Estas últimas, transformadas, se convierten en materia prima capaz de potenciar una mayor humanidad en nosotros y por lo tanto una mayor espiritualidad. Como unas ramas secas que son arrojadas al fuego y al contacto con éste se trasforman en luz y calor, en energía generadora de nueva vida, así el hecho de asomarse a estos espacios casi desnudos permite dar la posibilidad al espectador de afrontar sus propios temores y fantasmas para transformarlos en vida, en luz y calor. El espacio de la sala 3 se interviene de tal manera que se convierte en una obra más de la propia exposición, dándole al espacio un tratamiento de luz. Sala 4_CERCAR AL SILENCIO Tras un largo proceso de búsqueda, de más de dos años, Ignacio Llamas comienza a construir un lenguaje fotográfico que desemboca en la serie Cercar al silencio. Los principales elementos que determinan esta serie son: el espacio y la luz. Y sus características más notorias la sobriedad de las imágenes y la ausencia de color. Una vez desarrollado su propio lenguaje fotográfico el artista decide no detenerse aquí y mira más allá, buscando, analizando las relaciones de la fotografía con el espacio que la rodea y la acoge. La obra fotográfica no sólo tiene protagonismo en sí misma, y mucho, sino que además es, en ocasiones, un punto de partida para un diálogo más amplio. Consciente de su atractiva presencia es capaz de perder buena parte de su protagonismo para vincularse al espacio en el que se expone y al diálogo con el volumen, entablándose una relación entre las fotografías y el entorno en el que se muestran. Es por ello que a nivel expositivo éstas se hallan insertadas en estructuras que las despegan del muro en un intento de abandonar los límites del plano y desarrollarse en el espacio. En otras ocasiones las fotografías reducen su escala hasta la miniatura, para explorar la vinculación entre el espacio fotográfico, en ellas contenido, y el volumen. Con todo este juego de luces, imágenes, diálogos, el artista intenta trascender lo visible, y a través de sus personales metáforas, acercarnos al sentir y el ser del hombre. Este proceso de búsqueda de lo intangible le lleva a centrar su atención en los aspectos positivos de la vida tanto como en los negativos, que también son una realidad. Por ello Llamas ensucia el espacio con objetos arrinconados, objetos que bloquean los límpidos espacios, y nos invita a asumirlos como positivos, como algo que también nos ayuda a desarrollarnos plenamente. Estas imágenes son espejos de mundos interiores. Lugares que encierran pequeñas tragedias, que todo ser humano encuentra al mirar dentro de sí, en las que se evidencian las angustias, turbaciones y temores del hombre. Pero, lugares inundados por una luz que purifica y transforma todo. El artista construye sus metáforas proponiéndonos imágenes de lugares físicos. Unas construcciones arquitectónicas en las que su espacialidad se ve matizada por la luz. Esta, mediante las sombras, brillos, espacios intermedios de penumbra e indefinición, es su principal inquilina. En este microcosmos la presencia de la luz nos hace percibir al menos una doble lectura. Por un lado el espectador la siente como imagen de lo positivo que hay en su interior. Y por otro la percibe como un elemento transformador de todas esas realidades dolorosas, que todos llevamos dentro. Su propuesta es sencilla: descubrir, a través de los espacios construidos y de los objetos abandonados, que allí tienen plena existencia, el misterio escondido. Aquello que de universal cada uno de nosotros lleva dentro. Sala 5_ DESOLACIONES ... propiciar la contemplación, la meditación, la mirada interior. Plantear una reflexión sobre el interior del ser humano. Emprender un viaje por el interior del hombre para llegar a lo más profundo de su alma y encontrar ahí las semillas de trascendencia que habitan en él. Invitar al espectador a silenciar sus ruidos para poder adentrarse en su propia intimidad. Encontrar realidades positivas que conviven con otros elementos que no son tan fáciles de asimilar como el dolor, la turbación o la angustia. Afrontarlos como parte constitutiva de nuestro ser, asumirlos y aprender a convivir con ellos. Por ello, en estas obras hay un sutil dramatismo que alude a la necesidad de admitir nuestras propias miserias, sin rechazarlas, interpretándolas como factores positivos de la existencia. De este modo, la angustia, el desamparo o la frustración se transforman e iluminan nuestro camino hacia los misterios. La clave para recorrer este camino es la soledad. Soledad en la contemplación de la obra, soledad con uno mismo. Soledad, contemplación y dolor transformado son los temas que se desarrollan en esta serie. Son las propuestas que se lanzan para emprender una senda en busca del conocimiento. Ignacio Llamas Ignacio Llamas se licenció en Bellas Artes por la UCM en 1993, completando su formación con la participación en diversos talleres con artistas como Luís Gordillo, Mitsuo Miura, Jaime Lorente o Gerardo Aparicio. Desde principios de los noventa muestra su obra con asiduidad en centros de arte, museos y galerías. Ha realizado exposiciones individuales en España, Portugal, Italia y Argentina, participando con frecuencia en ferias de arte contemporáneo tanto nacionales como internacionales. Entre otros lugares se ha podido ver su obra en el Museo Patio Herreriano, Museo de Arte Contemporáneo Unión FENOSA, Centro Andaluz de la Fotografía o Fundación Caixa Galicia y en ferias como ARCO, TIAF, ArteBA o Art Brussels. A mediados del 2002 su obra abandona el plano para adquirir un carácter volumétrico. Paralelamente a esta obra, y tras un largo periodo de acercamiento al mundo de la fotografía, surgen en 2009 sus primeras piezas fotográficas, que mantienen el espíritu evocador y místico de la obra en volumen. Su obra forma parte de colecciones públicas y privadas, tanto dentro como fuera de España tales como: Museo Patio Herreriano, Colección Gas Natural Fenosa, Colección Circa XX - Pilar Citoler, Fundación Coca Cola, Colección BESart, Colección Caja Madrid, Colección Junta de Extremadura o Colección Ayuntamiento de Pamplona. Ignacio Llamas está exponiendo actualmente en Madrid y Salamanca. En Madrid en la Galería Arana Poveda con la exposición Sangrar Luz, abierta hasta el 5 de febrero de 2013 y en Salamanca en la Galería Adora Calvo, con la exposición Gritos del Silencio hasta finales de enero de 2013.
El artista toledano muestra una treintena de obras en varias salas del museo vallisoletano.
Premio. 09 sep de 2024 - 13 oct de 2024 / Madrid, España
Exposición. 25 sep de 2024 - 10 mar de 2025 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España
Formación. 15 oct de 2024 - 30 jun de 2024 / Museo Nacional Thyssen-Bornemisza / Madrid, España