La aparición de las redes sociales ha llevado a una multiplicidad de eventos a una escala nunca antes vista. La proliferación sin verificar de la información ha alcanzado ahora un nivel asombroso y se almacena en una cantidad sin precedentes de almacenamiento, al que acceden miles de dispositivos de datos en red. Este aumento exponencial de la información accesible nos abruma a todos en un flujo incesante y abrumador de conceptos, imágenes, opiniones y deseos. Nadie está exento de esta contaminación cruzada, ninguna disciplina logra mantenerse dentro de los límites establecidos. La proliferación de mundos y tendencias nos lleva a una pluralidad indeterminada. Todo y todo se está expandiendo, como una estrella en su fase de Red Giant, lista para explotar en cualquier momento. Lo que era inmenso e infinito se ha vuelto pequeño cuando se enfrenta con el multiverso. Vivimos en una época de universos burbujeantes.