Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Cuando la Fundación Caixa Carlet y el Ayuntamiento de Alzira decidieron iniciar este proyecto compartido nos planteamos unos primeros objetivos que definieron las intenciones y dotaran las actuaciones de un marco ideológico que nos permitiera un plan de trabajo consistente y coherente. Todos los objetivos planteados eran importantes pero el eje fundamental sobre el que construimos el proyecto es, sin duda, la voluntad de difundir en nuestras poblaciones, la obra de artistas plásticos de reconocida trayectoria que impulsaron y consolidaran las programaciones propias, contribuir a nutrir de conocimientos a los artistas jóvenes y facilitar el acercamiento de los ciudadanos a las producciones artísticas contemporáneas de calidad. Para lograr estos objetivos el primer paso, evidentemente, consistía en seleccionar adecuadamente a los artistas y procurar que aceptaran involucrarse. Hoy, Las primeras posibilidades que nos planteamos, son ya una realidad. Dos mujeres la pintora Rosa Torres y la escultora Monique Bastiaans, avaladas por un serio e indiscutible bagaje profesional y merecidamente reconocidas dentro del panorama artístico contemporáneo de nuestro país, comienzan con nosotros este proyecto en el que todos hemos puesto mucho trabajo e ilusión. La exposición de Rosa Torres será la aportación del Ayuntamiento de Alzira al proyecto. Presentarla resulta un tanto obvio, pero es un trámite necesario y, además un placer. Rosa Torres se forma académicamente como pintora en los años 60, en la Facultad de Bellas Artes de Sant Carles de Valencia. Sus primeras pasas en el mundo del arte se insertan en el contexto de los movimientos vanguardistas de los años 70, marcados por el compromiso social de los artistas y por la renovación de los lenguajes de la pintura española y, especialmente la valenciana. Su vinculación inicial al taller de Manolo Valdés y Rafael Solbes, integrantes del legendario Equipo Crónica, le proporcionó el desarrollo de grandes conocimientos técnicos y una enriquecedora relación con intelectuales y artistas (como Joan Antoni Toledo, Jordi Tejedor, Eva Mus, Martí Quinto y otras...con los que Rosa aprende y se desarrolla como pintora y como persona. Desde 1972, en que arranca su trayectoria con la edición de las primeras serigrafías sobre animales, y en 1973 cuando presenta su primera exposición en la Galería Sen de Madrid, a la que todavía continúa vinculada, aunque con ciertas influencias, se evidencia ya un alejamiento técnico y temático del Realismo Crítico característico del Equipo Crónica y de los lenguajes de muchos movimientos del momento y empieza a construir y desarrollar un lenguaje propio, muy personal, basado fundamentalmente en el análisis y la experimentación continua de los aspectos técnicos y conceptuales de la propia pintura. Un lenguaje que la identifica al primer golpe de vista y que al espectador le resulta aparentemente sencillo y espontáneo. Esto es tan sólo una impresión. Rosa Torres consigue hacer simple aquello más complejo. En realidad su pintura es una pintura tremendamente trabajada, mesurada, pintada, donde todo está pensado sin dejar lugar a los dudosos aciertos del azar. Aunque a través de sus series se aprecia una clara evolución fruto de la experimentación con nuevas técnicas y de las diversas influencias que ha ido incorporando a su pintura, se ha manteniéndose fiel a ese lenguaje primigenio hasta el momento actual. Con una fusión de influencias del Pop-Art, de la abstracción geométrica y de las tonalidades empleadas por Tapies o Miralles en sus obras enmarcadas en el Expresionismo Abstracto; con la aplicación de colores planos, dominando los grises y marrones, con una nueva lectura del puntillismo de Seurat, a base de pinceladas cortas de acrílicos y pintura plástica sobre telas teñidas o estampadas, Rosa Torres creó aquellas primeras obras de los años 70 en las que el espectador, como en un juego de ilusionismo, acababa descubriendo animales salvajes entre una apretada vegetación. Seducida por los impresionistas, especialmente, por los jardines de Russeau, crea la serie Russeau-Foret de los paisajes, algunos de ellos cerca de la abstracción, que aparecen a las muestras del 74 y 75. Poco después, a partir del 76, con un claro referente en la figura del pintor Ortega Muñoz, realiza series de paisajes construidos a partir de textos, a caballo entre la figuración y la abstracción. Influenciada por la obra de Lichtenstein y Warhol, experimenta con otros procedimientos pictóricos como la imitación del grafismo del bolígrafo o el rotulador y la fusión de lenguajes: líneas, manchas de color, pinceladas, collages y mezcla de texturas. Empieza a introducir más colores en su obra, aplicando distintas tonalidades de un mismo color y combinando colores calientes y helados que se potencian mutuamente. Ya en los 80, sus obras se caracterizan por pasar de las manchas a una mayor estructuración del color, la utilización del negro para separar y definir formas y la obtención de una mayor densidad a partir de la superposición de pinceladas de unos colores encima de los otros. Estas innovaciones se materializan en las series de jardines, entre las que destaca la dedicada al Jardín Botánico de Valencia que se integra entre los 10 paisajes de gran formato que, de su mano, representaron España en la Bienal de Venecia del 1982, junto la obra de artistas como José Abad, Francisco Cruz, Eugenio Chicano y Josep Guinovart. En 1987, con el título 'Naturalezas españolas, 1940-1987', se inaugura en lo Centro de Arte Reina Sofía, una gran exposición entre las que se incluyen obras de Rosa Torres junto a artistas como Sempere, Gordillo, Alfaro, Arroyo y otros muchos, este hecho unido al recuerdo de los paisajes presentados en la Bienal, la larga tradición paisajística de la pintura valenciana y al hecho de que el paisaje fuera y es una temática habitual en su pintura, generó que en ciertos ámbitos se la definiera como paisajista cuando, en realidad, el paisaje en la obra de Rosa Torres, es un pretexto para desplegar nuevos planteamientos compositivos y un gran número de posibilidades cromáticas, ópticas y gráficas, en definitiva una excusa para hacer pintura o, como mucho, una nueva visión de la natura muy lejos de la forma tradicional de hacer paisajes. En los 90, en series como árboles y mar o árboles y casas, continúa desnudando su pintura de los elementos superfluos, desarrolla una nueva geometría en la aplicación del color y empieza a darle un nuevo valor al negro que no es ya tan sólo un elemento separador. A partir de 1995 introduce, por primera vez, la figura humana en exposiciones como 'Mis cuadros favoritos' o Paseos 'miedo la historia del arte' en las que rinde homenaje a las obras clásicas que más le habían interesado de la historia de la pintura: obras de Manet, Van Gogh, Ticiano, Goya, Matisse..., y que junto con los temas mitológicos y el paisaje constituyen la iconografía de la pintura de Rosa Torres hasta el momento actual. Además de la innegable calidad de su obra, mas de 50 exposiciones individuales y alrededor de 150 colectivas, realizadas en prestigiosos espacios públicos y privados, avalan su experiencia profesional. Ha expuesto en la Bienal de Venecia, en la Tossan Gallery de Nueva York, una antológica itinerante organizada por la Consejería de Cultura Valenciana, dos exposiciones simultáneas en el Parlamento Europeo y a la Fundación Comunidad Valenciana - Región Europea, Al Centro de Arte Reina Sofía... entre otras a nivel nacional e internacional. En el ámbito de la Comunidad Valenciana, destacan las realizadas al Museo de Bellas Artes y la Sala Parpalló y, especialmente (por lo estricto de la selección), las muestras '30 Artistas Valencianos', 'Los otras 75 años de Pintura Valenciana' del Ayuntamiento de Valencia y la exposición del IVAM 'Cien Años de Pintura Valenciana'. No han dudado en escribir de ella y para ella eminentes críticos, historiadores del arte, periodistas y escritores de la talla de Juan Manuel Bonet, Roman de la Calle (actual director del MUVIM), José Francisco Yvars, Luis González Robles (uno de los creadoras del Museo Español de Arte Contemporáneo), Francesc Miralles, Vicente Aguilera Cerní o Juan Ángel Blasco Carrascosa. Su obra forma parte de varias colecciones públicas y privadas, tanto nacionales como internacionales y ha sido galardonada con diferentes premios y becas como la Beca del Ministerio de Cultura por nuevas aportaciones a las Artes Plásticas. Actualmente expone una muestra dedicada a la natura en la galería Canals de Sant Cugat. En exposición que inauguraremos en la Sala Municipal de Exposiciones de Alzira el próximo 7 de mayo y que se trasladará aquí en Carlet en el mes de Junio, Rosa Torres, con el título 'Paisaje y figura' nos mostrará toda su iconografía y su quehacer pictórico. Sin duda vos sorprenderá el catálogo que ha acabado transformándose en un libro excelente gracias a la intervención de la propia pintora, del grande ilustrador y diseñador que es Miguel Calatayud, a la participación de Lourdes Ortiz que introduce la temática de la figura humana con su texto 'Mitologías', de Roman de la Calle autor del texto que prologa toda la muestra y de Martí Domínguez que ha escrito sobre la temática del paisaje. En perfecta simbiosis con las reproducciones de las obras, encontraréis también las creaciones poéticas de Mª Josep Escrivà, Marc Granell y Tono Fornés. Todos juntos forman un equipo inmejorable por acompañar a una mujer, a una pintora tremendamente trabajadora, que ha sobrevivido con una pintura honesta y fiel a sus convicciones estéticas e ideológicas, a bulto de modos y tendencias, a lo largo de los cerca de 40 años de una trayectoria que le ha reportado el merecido reconocimiento del que ahora disfruta.
El paisaje es claramente, el tema predominante de la práctica totalidad de su producción artística, aunque también introduce la figura humana y son muy conocidas sus reinterpretaciones de obras clásicas como la Venus de Milo o la Maja desnuda de Goya. Su forma de abordar la pintura, su abanico cromático y sus códigos han dotado su obra de una indiscutible personalidad que la hace clara y fácilmente identificable. Más de 50 exposiciones individuales y alrededor de 150 colectivas avalan su experiencia profesional y el interés que despierta su obra tanto a nivel nacional como internacional.
Exposición. 12 nov de 2024 - 09 feb de 2025 / Museo Nacional Thyssen-Bornemisza / Madrid, España