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Salvo contadas excepciones de trenes blindados o cañones sobre cureña ferroviaria, en general de escaso éxito, los trenes no han servido para matar. Los trenes fueron un buen medio de transporte de tropas, pertrechos y suministros pero, por sus propias características, resultaron armas bastante poco operativas, Por el contrario, sus competidores de carretera, barcos y aviones, generalmente han obtenido sus máximos desarrollos como consecuencia de las exigencias militares.

La primera referencia conocida del uso bélico del ferrocarril asturiano es el transporte gratuito que el Ferrocarril de Langreo ofrece en 1859, como donativo patriótico al Gobierno, de todo el material que desde la fábrica de Trubia se dirigiese al teatro de la guerra contra el imperio de Marruecos. En 1874, en la última guerra carlista se producen ... los primeros daños en las instalaciones ferroviarias, que aunque reducidos, anticipan un cierto protagonismo militar, sobre todo como estratégico sistema de comunicaciones y transporte y en consecuencia, objetivo prioritario de destrucción.

El uso que de los trenes se efectúa en la revolución asturiana de 1934, intenta seguir, de alguna manera, la estela simbólica de los usos revolucionarios del ferrocarril, especialmente en Méjico y la Unión Soviética. En estos países gran parte de las operaciones militares gravitaron sobre este medio de transporte, a través de pesados trenes blindados que se intentan imitan a pequeña escala y artesanalmente por los revolucionarios asturianos. La realidad geográfica y la lógica militar mostraron las diferencias existentes en la práctica del uso ferroviario entre el conflicto asturiano y las revoluciones citadas.

En la Guerra Civil, el ferrocarril cobra también importancia básica en el transporte civil y militar de Asturias. La situación de las fuerzas en liza, con el punto central de la red, Oviedo, en manos de las tropas franquistas, obliga a las autoridades republicanas a acometer un complejo sistema alternativo de redireccionamiento de los transportes. En manos de comités obreros primero y de entidades de carácter público como Ferrocarriles Reunidos después, la red explotada por la República, es, durante los dieciséis meses de guerra en Asturias, un ejemplo del sistema social y económico que el conflicto origina.

El fin de las operaciones bélicas en Asturias, contempla una red fatigada por el uso y con destrucciones por la retirada republicana y por las propias operaciones en las zonas frente de guerra. También supone el inicio de un dramático proceso de depuración del personal, que, además de las dramáticas consecuencias que lleva aparejadas para los afectados, supone un verdadero problema para la explotación de las líneas por la merma en profesionales formados que sufren.

LA EXPOSICIÓN

A pesar de la importancia del ferrocarril desde el punto de vista económico y social, hasta ahora su concreto papel en los conflictos bélicos asturianos aún no había sido tratado en modo alguno. La exposición efectuará un repaso a la historia bélica del ferrocarril asturiano desde mediados del siglo XIX hasta la Revolución de 1934 y la Guerra Civil, conflictos estos últimos que, obviamente, son el eje de la muestra. Con materiales procedentes en su gran mayoría de la colección del Museo del Ferrocarril, se mostrarán numerosas fotografías inéditas, material documental original de ambas zonas, bibliografía, testimonios y objetos relacionados con el papel de ferrocarril y ferroviarios asturianos en la guerra.