La exposición Fernanda Gomes, una gran retrospectiva de la artista carioca, reúne cincuenta obras, desde la década de 1980 hasta la actualidad. Comisariada por José Augusto Ribeiro, curador del museo, la muestra se presenta en forma de gran instalación compuesta por fragmentos –formato recurrente en Gomes–, que se desarrolla a lo largo de las siete galerías temporales en la primera planta de la Pinacoteca, demandando la participación del público en la lectura del trabajo.
Graduada por la Escola Superior de Desenho Industrial (ESDI) de Río de Janeiro, Fernanda Gomes se encuentra hoy entre los artistas contemporáneos brasileños más integrados y de mayor prestigio en el panorama internacional. Su práctica se caracteriza por el uso de materiales ordinarios, como yeso, madera y vidrio, sometidos a operaciones manuales, como atar, unir o simplemente colocar y esparcir en el espacio. La artista reúne estos elementos de su vida doméstica y de sus andanzas...por las calles, galerías e instituciones donde exhibe su trabajo.
La exposición en la Pinacoteca, patrocinada por Itaú, se lleva a cabo dos años después de la invitación de la institución. Durante este período, Gomes desarrolló un plan de ocupación de los espacios, que incluía determinaciones y aperturas a la improvisación, diseñando soluciones expográficas específicas para cada ambiente. "De ahí la manifestación de un proceso exigente y meticuloso que va más allá de una reunión de obras", define el curador.
La ausencia total de significado –ni la exposición ni las obras tienen nombre– con piezas pintadas en blanco ("ese color que es todos y ninguno al mismo tiempo", explica Ribeiro) termina preservando el aspecto indefinido e inestable del conjunto. “Las piezas tampoco están identificadas en las cartelas habituales del museo, lo que en última instancia favorece las posibilidades de conectarse entre sí, entre ellos y el entorno, sin fecharlos o describir materiales comunes o técnicas peculiares, que requieren más experiencia o trabajo que método", añade la artista.
La producción establece así las propias condiciones de su exhibición con un fuerte sentido de unidad para proponer una experiencia integral sin posibilidad de repetirse, incluso en otro tiempo o espacio. También por estas razones, la famosa dicotomía entre arte y vida es un tema recurrente en las reflexiones de Fernanda Gomes. En entrevistas y textos propios, las declaraciones de la artista sobre el tema apuntan a una indiferencia entre los dos conceptos. Para ella, "las cosas son y están mezcladas", de modo que "la diferencia entre los objetos de arte y los objetos comunes también aparece como un misterio".
Entrada actualizada el el 18 nov de 2019
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