Descripción de la Exposición
“F2”, “Figura figurativa”, es la nueva exposición dual de STOA, que podrá visitarse desde el 1 de febrero hasta el 13 de abril de 2018. Una muestra de dos artistas del ámbito figurativo, Salustiano García y Conchi Álvarez.
La exhibición se centra en la figura como tema, y en lo figurativo como vía de expresión de ese contenido. Una revisión e interpretación contemporánea de un tema eterno: la figura humana.
Salustiano, genial maestro del arte pictórico, cuenta con un merecido reconocimiento internacional. Las dos obras presentes en “F2” tienen como objeto de su mirada, en ambos casos, la infancia. Dominando la sala, brillante y espectacular, el tondo “Juanito leyendo”, destila una inequívoca reminiscencia al Renacimiento más elegante, más clásico, con una composición de invocación cuatrocentista, en la que deslumbra el rojo rotundo logrado a partir de ocho pigmentos, un rojo plano que cubre el fondo y lo desborda, pues contagia la ropa. Ello consigue aislar el torso desnudo del infante, de tridimensionalidad superlativa, a modo de rompimiento de gloria del siglo XXI. De este modo, Juanito leyendo, se hace leyenda, pues se convierte en nuevo tipo iconográfico, el de pequeño condotiero lector. Esta atmósfera renacentista se incrementa, aún más, con la segunda obra, un pequeño grabado, también de la serie roja, en el que, en este caso, una niña de torso desnudo y tocado propio de un personaje de Piero della Francesca. “Engullida” por el purpúreo fondo, nos atrapa con su bella y solemne mirada.
Conchi Álvarez, pintora de amplia trayectoria internacional, aporta a la muestra su visión de la figura femenina con obras pertenecientes a su serie sobre el ritual femenino. Cada óleo describe un episodio de la narración en la que, la universal inseguridad femenina, es vencida a través de un protocolo, casi litúrgico que, en este caso, es el de la mujer flamenca. Bellos desnudos femeninos recorren la muestra, sin duda ajenos a la mirada del espectador. Mujeres realizando un ritual en el que prendas y complementos tienen un orden y una función fijados durante generaciones. Y al final, la victoria anunciada, el premio soñado, la belleza conseguida. En la obra “La bien plantá”, una mujer segura de sí misma, embriagada por su proeza, luce orgullosa un aspecto final insuperable.