Descripción de la Exposición
La Galería Miguel Marcos se complace en invitarles a la exposición EVOLUTION que reúne a una serie de artistas internacionales, cuyas obras devendrán el núcleo con el que iluminar algunas cuestiones acerca del arte contemporáneo actual.
El hecho de conjugar obras de Alan Charlton, Dennis Hollingsworth, Fabian Marcaccio, Glen Rubsamen, Álvaro Soler-Arpa y David Tremlett, supone reconstruir en las salas de la galería la línea de la creación artística de las últimas décadas, de la que se entiende la evolución constante en el ámbito de la pintura y la Historia del Arte en general. Todos, artistas experimentales que abarcan distintas técnicas y disciplinas para lograr obras de todas las condiciones minimalistas y figurativas, al margen de estilos o posibles narrativas.
El relato expositivo se estructura a partir de la idea de intención artística, considerando las obras como manifiestos visuales capaces de expresar diversas concepciones sobre lo que puede y debe ser el arte y el rol que este desempeña en la sociedad.
Las obras que configuran esta exposición se agrupan atendiendo a criterios de afinidad de los autores desde los cuales entender que la cercanía en el uso del lenguaje artístico no se traduce necesariamente en una finalidad común respecto al objetivo de su arte. Miradas que no se plantean ya desde la mimesis o la búsqueda de la originalidad, sino desde la aspiración de la práctica pictórica como proceso intelectual y de construcción del sujeto.
El largo y convulso trayecto en las artes que transcurre desde la aparición del cubismo y del arte abstracto hacia el final de la primera década de 1900 hasta la corriente más esencialista, el Minimal Art, está salpicado de guerras y revoluciones y también de grandes cambios ideológicos y sociales. En la exposición se pueden ver obras de los seguidores de esta perspectiva, tanto Alan Charlton, como David Tremlett apostaron por el movimiento minimal, partiendo de una visión muy particular de la creación pictórica, en la que intervienen el gusto por la arquitectura, la geometría y las matemáticas.
La obra de DAVID TREMLETT (St.Austell, Cornwall, Inglaterra, 1945) se basa en la idea del desplazamiento en el tiempo y en el espacio y describe un mundo imaginario y memo-rable cuyas circunvalaciones están en resonancia con un errar legendario. Cada una de sus realizaciones procede de lo que se llama una proyección. El papel se le aparece como un nuevo campo de experimentación, un nuevo viaje. Al artista le apasiona la técnica del pastel, que define como: “Es un polvo frágil, delicado, tan ligero que se puede soplar, pero al mismo tiempo se puede hacer algo fuerte, exigente y estructuralmente resistente”.
En el universo creativo de ALAN CHARLTON (Sheffield, Inglaterra, 1948) configura estu-dios basados en el color gris, que realiza bajo un método sistemático con el que calcula su tamaño y estructura. La construcción técnica de sus pinturas es siempre la misma, parte de módulos de 4,5 cm a partir de los que determina su longitud y anchura, creando estructuras que evolucionan por su propia lógica interna. Esta medida, es el número de oro del artista. En el fondo, la voluntad de encontrar la más perfecta y armoniosa medida de un objeto ha sido un tópico desde Platón a Euclides, de Leonardo a Mondrian. Por otro lado, el color gris, considerado en el mundo del arte como un no-color, no representa un punto de inicio o final como sería el caso del blanco o el negro, sino un punto central, inmóvil en la superficie.
En el arte de DENNIS HOLLINGSWORTH (Los Ángeles, EE. UU, 1956) se plan-tean algunas de las cuestiones básicas del arte abstracto como el poder absoluto del arte, la emancipación de convenciones y la revolución espiritual para expresar aquello que resta oculto a los sentidos. En sus cuadros se observa el torbellino multicolor de su paleta, que se torna casi fauvista combinada con el psicoanálisis de la creación, dando lugar a una obra cargada de simbolismo y emociones, en la que se intuyen la libertad y la contención, el libre albedrío y la matemática pura, el caos originario y la más armoniosa confusión de la fantasía. Contextualizado en sus inicios en el marco de los nuevos expresionistas americanos, su actitud ante el arte y la pintura se materializaron en una rebelión contra la industria de lo bello, en una aporía inducida por una fascinación romántica con lo ilimitado y en un extraño deseo de desmaterializar la pintura en “pura visualidad”.
FABIAN MARCACCIO (Rosario, Argentina, 1963) configura una investigación artística en torno a la supervivencia de la pintura en la era digital. En sus cuadros vemos el interés y la preocupación por la creciente evolución en los campos mediáticos, abordando las imágenes y temas contemporáneos relacionados con la sociedad, la economía y la política —desde la crisis bancaria hasta el terrorismo— que van entretejiendo una historia contemporánea alucinada y caleidoscópica en la saturación mediática de nuestro tiempo, particularmente en los Estados Unidos. Utiliza técnicas digitales e industriales como parte de su proceso pictórico, mostrando una preocupación constante por la representación del tiempo y el espacio desde la perspectiva del transgénero. El resultado se traduce en pinturas ambientales en las que combina las imágenes manipuladas digitalmente con su dimensión tridimensional y carácter pictórico.
La obra de GLEN RUBSAMEN (Los Ángeles, EE. UU, 1959) se centra en la documenta-ción y recopilación de determinados momentos de la naturaleza cargados de gran potencia y dramatismo y absoluta tranquilidad sensual. El paisaje de Rubsamen es escueto, mínimo, fragmentario, ilocalizable, pero poseído por una inquietante perspectiva donde tienen cabida los más insospechados asuntos. Sus palmeras silueteadas en negro sobre un espléndido campo de color no son sino metáforas de una realidad que permite todos sus infinitos encuadres. Una atmósfera desvinculada de cualquier referencia espacio-temporal en la que el espectador se adentra, desubicado y atento, para participar de una acción estática en la que lo orgánico se convierte en artificial.
Por último, las escultura de ÁLVARO SOLER-ARPA (Girona, España, 1974) nos lleva al punto final de la exposición y muestra una de las preocupaciones principales de la evolución humana, demostrando a su vez un posible escenario con tintes apocalípticos que el artista sitúa en un futuro no muy lejano si las cosas no cambian. Una visión subjetiva y poética de lo que la sociedad de consumo está causando en el planeta. Engloba una larga lista de desórdenes como la explotación desmesurada de los recursos y el maltrato generalizado de los mismos, el aumento exponencial de la densidad demográfica y las longevidades desarrolladas artificialmente.
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España