Las mujeres de la alta sociedad barcelonesa compiten en una carrera hacia la belleza más mordaz. Su universo de exageración asombra a quien, desde el otro lado de la frontera de este lujo esperpéntico, intuye un choque casi ridículo entre una fuerza que quiere manifestarse y una forma que no logra contenerla.
Dice Susan Sontag en su ensayo Sobre la fotografía que 'las fotografías alteran y amplían nuestras nociones de qué vale la pena mirar y qué tenemos derecho a observar'.
A menudo la discusión acerca de la ética de la imagen fotográfica se ha planteado dentro de los límites de los valores sociales, poniendo en duda el derecho de la fotografía a apropiarse de lo marginal, de lo excluído, y a señalar con el dedo algo que tal vez debería de haber quedado oculto para siempre.
Existe, sin embargo, otro nivel de exclusión donde lo grotesco no viene definido por el defecto,...sino por el exceso. Es el particular universo de las mujeres de la alta sociedad barcelonesa.
Ellas (me gusta pensarlas Estupendas) compiten en una carrera hacia la belleza más mordaz; se exhiben en reuniones, bodas y eventos varios, entre abrigos de piel, collares de perlas y barras de labio Chanel Shangai Rouge nº 78.
Su particular universo de exageración asombra a menudo a quien, desde el otro lado de la frontera de este lujo esperpéntico, intuye un choque casi ridículo entre una fuerza que quiere manifestarse y una forma que no logra contenerla.
Este trabajo es la crónica de este asombro, el retrato del particular y entregado viaje hacia lo más sublime de las Estupendas.
Como en una ceremonia de cortejo, lucen sus mejores atuendos, entre el disimulo y el orgullo de esa edad en que la piel empieza a manifestarse,
inevitable belleza mancillada, que se esconde detrás de maquillajes profundos, perfectos. Son el vivo ejemplo de la belleza como forma de ser y estar, que acarrean
casi como un destino. En medio de esta ceremonia, ellas son apariencia y lucen Estupendas aparentando lo que son, la pretensión en persona, vestida de
pasión.
Su existencia en tanto que Estupendas, depende en gran medida de la mirada que los otros dirigen sobre ellas. Para estos ojos se lucen, se visten, se mueven, se maquillan, se perfuman. Estan ahí, en ese momento y en ese lugar para ser contempladas y admiradas.
'Estupendas' es una reflexión sobre la apariencia como forma, de la superficialidad como medio de expresión y sobre la atracción que ésta produce por si misma, a pesar de los prejuicios que pueda provocar.
Precisamente para ayuentar cualquier tipo de discurso particularmente crítico, las fotografías de esta serie siguen un procedimiento esteticista dirigido a ignorar las individualidades de estas mujeres más allá de los detalles estéticos que las caracterizan. Aunque inevitablemente se desencadene un juego de deducción, en lo que se ve y en lo que no se ve.
Ellas deciden cómo se muestran, cómo se expresan en sociedad; ellas pintan su propio retrato. Y es a partir de ese retrato que, reencuadrando todo lo que en él se despliega, nace un nuevo retrato, esta vez totalmente ajeno a ellas mismas.
En esa nueva imagen todo aquello que las protege y las disfraza queda al fin fijado para siempre.
Las Estupendas son así... estupendas.
Entrada actualizada el el 26 may de 2016
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