Descripción de la Exposición
Tal y como ha escrito el periodista y crítico de arte Josep M. Cadena en el catálogo de la exposición: La expresividad en el color es una de las principales virtudes de Sabrina Sampere (Sabadell, 1975), conocida por los habituales de la Sala Rusiñol de Sant Cugat, ya que esta es la tercera vez que expone. Con su capacidad creativa sabe transmitir las posibilidades de regeneración que hay en nuestro entorno que con demasiada frecuencia sufre el mal uso colectivo del progreso técnico. Evidencia que la Naturaleza sabe rehacerse por ella misma esperanzadoramente, con palmeras que buscan el calor de nuevos soles y la armonía de los cielos reencontrados. Y este espectáculo de la vida negándose a finalizar y reinventándose incesantemente, adoptando cualquiera de las innumerables vestiduras con las que el aliento vital puede llegar a recubrirse, tenemos la opción de contemplarlo sentados desde la comodidad del sofá que la misma pintora nos proporciona muchas veces en sus lienzos, y que expresa que muchas veces no podemos o no queremos que nuestra postura sea ninguna otra que la del espectador, y renunciamos irresponsablemente a tomar parte y a actuar en los acontecimientos que atropelladamente suceden en un mundo que se transforma a una velocidad cada vez más grande.
De la misma forma que el atolón de Bikini, de arenas blancas bañadas por las aguas del Pacífico, se vió sacudido por las pruebas atómicas que le condenaron a ser un infierno radioactivo, también nuestra existencia personal puede sufrir en cualquier momento una sacudida que derrumbe las paredes de nuestro pequeño refugio vital y nos deje expuestos a las inclemencias de la adversidad. La autora plástica es consciente de la fragilidad de todo ello y, como los jóvenes revolucionarios de ahora hace cincuenta años, nos invita a levantar los grises adoquines de la cotidianidad para encontrar las playas del ideal.
Sabrina Sampere, desde su sensibilidad de artista, reivindica un mundo mejor y sufre por las amenazas que nos asedian. Rechaza la deriva consumista y superficial que ha emprendido el progreso humano, y a la vez sabe que las personas somos capaces de grandes gestas a la altura de la inteligencia y la compasión que poseemos. Es por todo esto que las palmeras en los cuadros de la pintora son las manecillas que nos indican el norte hacia donde tenemos que dirigir nuestros pasos.
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España