En estos momentos tan confusos para la pintura, con tantos artistas intentando crear e innovar en cuanto a soporte, materia, técnica.. nos encontramos con algo tan fácil de comprender como la pintura del joven pintor Palacios, pintor impulsivo, donde los haya. Su obra es sincera, fluida y llena de color, dominando tanto la espátula como el pincel.

Dentro de su expresionismo reinventa el paisaje, dotándole de vida propia, no copia la realidad, sino que la interpreta de tal forma que la hace suya, por eso cuando vemos un cuadro de Palacios reconocemos su sello personal, por la forma de plasmar su fuerza de color en el lienzo y aún cuando, siendo asturiano de nacimiento tiene esa luz característica de su ciudad de adopción: Valencia