Descripción de la Exposición
La Galería de Arte Cristóbal Bejarano inaugura, el viernes 5 de octubre de 2018, la primera exposición individual en esta galería del artista Juan José Gómez de la Torre (Málaga, 1959). Doctor en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, donde ejerce la docencia como Profesor Titular del Departamento de Dibujo de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla.
Desde que en 1989 realizara su primera exposición individual en Torremolinos ha hecho numerosas exposiciones individuales en galerías de Madrid, Sevilla, Málaga, Córdoba, Valladolid, Vitoria, León, etc. Ha participado en numerosas exposiciones colectivas nacionales e internacionales. Su obra ha sido reconocida con importantes premios entre los que destacamos el Primer premio obtenido en los concursos de pintura Ciudad de Vélez-Málaga; en el XV y en el XVIII Concurso Nacional de pintura de Alcalá de Guadaira; IX Bienal Internacional de Arte de Marbella; Concurso de Pintura Villa de Cambrils (Tarragona); IV Certamen Nacional de "Pintores para el 92" de Caja de Ahorros de Huelva y Sevilla; VI Premio Tepro de Pintura Rural, de Sevilla; XXXVII Certamen Nacional de Pintura Caja de Ahorros San Fernando, Sevilla; VII Premio Nacional de Pintura “Nicolás Megías”, Fuente de Cantos (Badajoz). Su obra se encuentra representada en importantes colecciones públicas y privadas.
En esta exposición, bajo el título de Espacios de color, Juan José Gómez de la Torre nos presenta una veintena de obras de carácter paisajístico, realizadas con óleo y cuyos soportes son el lienzo, la madera o el cartón. Paisajes, vividos y sentidos, en los que podemos valorar el gran dominio del dibujo y el color que tiene este artista que elabora e interpreta sus obras a partir de los apuntes que toma en sus cuadernos de campo, de las fotografías obtenidas y sus recuerdos y sensaciones.
La obra de Juan José Gómez de la Torre se sustenta en el impresionismo, él reconoce el impacto que le produjo ver en Londres, en los años ochenta, la obra de estos artistas, sobre todo Monet, al que ha homenajeado en algunas obras. Pero la intensidad cromática del fauvismo y el gesto y el trazo del expresionismo abstracto también tienen una gran importancia en el desarrollo de su obra. “El color expresa luz. No la luz como fenómeno físico, sino la única luz que nos importa: la luz que existe en la mente del artista...” decía Heri Matisse y eso es lo que hace Gómez de la Torre con la utilización del color, mostrarnos la luz y la riqueza cromática de esos espacios que ha visitado y de los que ha ido tomando anotaciones para posteriormente elaborarlos en su estudio a partir de sus recuerdos y bocetos.
Espacios de color, llenos de vibraciones lumínicas y cromáticas que crean una atmósfera especial en los mismos, decía Wassily Kandinsky que “El color es un medio para influir directamente en el alma” y eso es lo que intenta hacer Gómez de la Torre con el uso del mismo. Sus pinturas, algunas con densos empastes aplicados con pincel o con espátula, están resueltas con manchas y trazos, pinceladas sueltas que dibujan y van definiendo las formas, creando un dinamismo especial y en las que el color y sus relaciones es el que nos permite apreciar la sensación lumínica. Son obras plenas, resueltas con formas abiertas en las que los colores de las construcciones, las arboledas, el agua y el follaje se interrelacionan de tal manera que nos sumergen en unos paisajes llenos de sugerencias y en los que el ritmo de los trazos y el color vibrante adquieren un protagonismo especial, configurando una obra llena de plasticidad y en la que lo representado en ella es un mero pretexto para desarrollar sus ideas pictóricas valiéndose del color, generalmente complementarios, el ritmo y el gesto expresivo. Sus paisajes son, además, espacios llenos de intensidad emotiva en los que Gómez de la Torre nos introduce y en los que busca e intenta atrapar un instante lleno de belleza.
Rafael Cerdá