Descripción de la Exposición Para Pascual Arroyo, 'el hombre ama el espacio de la creación. Con su vivencia recupera un atávico poder sobre el medio que le ha dado vida y lo amenaza. El espacio de la creación halla su justa proporción espacial en el rito, una proporción cuya experiencia no la condiciona ninguna fórmula modal, funcional o estilística, como tampoco puede hacerlo ningún otro elemento medido por los pies rítmicos de la lógica'. El artista palmero afirma en su obra que 'el rito es silencio significante, voz del signo, invitando al dios a acudir junto al que festeja el deseo por encima de ninguna victoria'. Y es que los lienzos de este polifacético artista constituyen una llamada a los sentidos y a la sensibilidad, donde el color y las formas son verdaderos vehículos transmisores de sentimientos y emociones. Uno no queda impasible ante la contemplación de estos cuadros en los que queda un espacio para que el espectador se pierda en múltiples sensaciones poéticas. La fuerza expresiva de las imágenes logra transmitir la paz y sosiego que el autor pretende para sí mismo. Pascual Arroyo es un pintor emocional. Su universo creador, impregnado de poesía, navega en la frontera entre la realidad visible y la realidad deseada, una realidad envolvente, seductora y mágica a ante la que no cabe la indiferencia. La obra de Pascual Arroyo deja traslucir el talante curioso e innovador de este palmero que combina el sentimiento lírico con las infinitas posibilidades del arte pictórico. EI Arte es una puerta qué se abre ala demarcación de la belleza y dentro de él la pintura siempre ha parecido un pacto armonioso que propone mucho más que lo que aparenta. Por eso, con esta exposición de Pascual Arroyo, el CICCA ofrece al público grancanario una muestra en la que el irresistible lenguaje de las formas parece huir de la imagen para profundizar en la pintura. Cada pincelada es un condimento de seducción destinado a acallar y matizar su discurso, de manera que, más allá de la imagen, se aprecia el gesto poblado de color, en el que queda envuelta la mirada. Así, Pascual Arroyo permite visualizar, a través de su obra, todo un poemario de color en el que se aprecia un atisbo de osadía, consustancial con su manera de ser y entender la vida. Ante esta obra plástica, la imagen, el color, el espacio, la construcción heterogénea de la belleza, y, sobre todo, la luz, provocará, con toda seguridad, innumerables sensaciones en el espectador, como una puerta abierta al imperio de los sentidos. El propio Pascual Arroyo define su pintura como un camino tortuoso y arduo. Habla de la luz y de cómo construirla en la órbita de la poesía, así como fundamentarla en su espíritu y en su concepción visual de la naturaleza.
Premio. 27 ene de 2025 - 10 mar de 2025 / Vitoria-Gasteiz, Álava, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España