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En Gran Vía de Hortaleza presenta la más original exposición sobre cuentos clásicos infantiles jamás vista: Érase una vez el Patchwork. Cuentos tan famosos como La liebre y la tortuga, La princesa y el guisante, Los tres cerditos o El flautista de Hammelin y otros no tan conocidos como son La ballena Lola o La Babosa y el Caracol, realizados a mano, en patchwork. Una manera divertida de volver a disfrutar de los cuentos de siempre vistos como nunca antes.

El patchwork ha existido desde siempre. En la colección egipcia del British Museum, se puede contemplar una figurilla de un Faraón ... de la 1ª dinastía (c. 3.400 A.C.), con una capa acolchada. Esa manera de trabajar el tejido permaneció en oriente hasta que los guerreros que regresaban de las cruzadas, habiendo observado como los sarracenos se protegían con mantas acolchadas en vez de con pesadas armaduras, trajeron a Europa esa técnica para elaborar telas para tiendas, manteles, colchas y otros tejidos almohadillados.

El patchwork tal y como lo conocemos hoy, tiene su origen en cambio en el nuevo mundo, donde cada pedazo de tela era tan valioso que los colonos componían sus enseres con los restos de tela e incluso cuadros de ropa usada. Cosían los cuadros unos a otros formando un dibujo hasta formar una gran pieza de tela que constituía la capa superior de por ejemplo una manta. Esta pieza resultante se acolchaba con una capa de algodón o de lana y un forro, permitiéndoles ahorrar cada retal.

La exposición que presentamos, hecha completamente a mano y componiendo 12 cuentos clásicos, con más de 50 piezas, ha sido realizada por dos hermanas menorquinas, residentes en La Mancha, quienes después de muchos años aprendiendo las diferentes técnicas de patchwork las aplicaron en múltiples labores de decoración (colchas, paneles, adornos?) y en muñecos que se convirtieron en juguetes para nuestros hijos. De ahí surgió la idea de hacer un cuento completo, con sus personajes, atrezzo, etc. totalmente en patchwork aplicando técnicas textiles como el 'jardín de la abuela', 'log cabin', 'doble faz' etc. Y tras muchos meses de esfuerzo, hoy comparten con todos los visitantes de Gran Vía de Hortaleza ese trabajo, para el disfrute de pequeños y mayores.

Cada una de las 12 vitrinas está dedicada a un cuento, con el texto resumido y con todos los personajes, paisaje y decorado realizado a mano en patchwork, la decimotercera vitrina nos explica un poco de la historia de esta milenaria forma de tejer que hoy es un hobby en los cinco continentes.