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La visión de lo trágico y de cómo la belleza y el planteamiento estético la superan, se encuentra una vez más en la producción reciente de Ambra Polidori, la cual presentará con el título de Érase un vez… en la Galería Fernando Pradilla.

El propósito de la artista no se resume en el hecho de ocuparse del drama infantil y, por consiguiente, humano sino intervenir imágenes de prensa a través de un gesto estético que rompa con el reportaje gráfico y que sitúe su trabajo en la esfera del arte.

Debido a ello, vídeo, objetos y fotografías de gran formato se convierten en la extensión de su creatividad artística, más que en la extensión del ojo como reproductor fiel de lo real. Obras que reflexionan sobre la infancia perdida. Fotografías dolorosas de una memoria de papel reelaborada que tienen que ver con nosotros en lo profundo y no ... sólo con los victimarios, y que intentan regenerar una mirada necesariamente confundida por el exceso de imágenes, vengan de los medios impresos, de la calle o de la televisión. Trabajos en los cuales lo importante no es la evidencia, sino lo que se encuentra detrás de ella: lo velado.