Equilibrio y otras obsesiones es la primera exposición individual de Gerard Fernández Rico en la Galería Kreisler de Madrid.

Su obra presenta un diálogo entre el azar y la necesidad. El azar, representado a través de los hilos, y la necesidad, a través de los campos de color, acercan al espectador a un arte dictado por las leyes de la supervivencia que conjuga ética y estética.

El minucioso tratamiento de los elementos formales es el que configura la lógica visual. Una serie de estructuras predeterminadas a través de las que el artista despliega el sentido de sus obras. Profundizando en un sinfín de ... soluciones técnicas y en su propia necesidad interior, el artista une azar y cientifismo, para llegar al conocimiento.

La pintura de Gerard Fernández Rico se caracteriza por un sentido comunicativo del color, unido a una estricta depuración de la técnica. Es una pintura de estratos emocionales, signos con filamentos que indican el ir y venir de la vida y la búsqueda de un lenguaje propio de acuerdo con una sociedad que no deja de avanzar en la búsqueda de las expresiones que más la representen.

Los colores se disponen en su obra en diferentes paneles horizontales, ofreciendo sosiego y amabilidad, dando un protagonismo especial al equilibrio. Utiliza resina sobre madera, previamente pintada con acrílico. Cuando la resina se encuentra en estado liquido, incluye unos hilos en el interior de la misma. Estos hilos confieren a las piezas un ritmo que bien podrían interpretarse como pentagramas de color, siendo por tanto las notas que permiten que la pieza adquiera un movimiento y un ritmo constante.

La armonía de sus obras casi consigue evocar la transparencia de la pintura japonesa, la quietud del color y el interés por los espacios en planos superpuestos hacen de la obra de Gerard verdaderos paisajes espirituales.