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El Renacimiento, uno de los grandes acontecimientos de la historia del arte europeo, cuyo ... rasgo principal es la recuperación el espíritu clásico, el humanismo, tuvo una importancia crucial en la localidad de Prato, en la Toscana. Donatello y Filippo Lippi dejaron su huella en la decoración de la catedral, que se convertiría en lugar de peregrinaje para las nuevas generaciones de artistas. Por otro lado, la existencia de una importante vida corporativa produjo una extraordinaria riqueza cultural que rivalizaba con la de la vecina Florencia.

Con esta exposición se presenta la aportación de Prato al arte del Renacimiento durante un período de cuatro siglos, desde las creaciones de los grandes artistas del siglo xiv, como Bernaldo Daddi, autor del retablo del Cíngulo Sagrado (el cinto que la Virgen entregó a Santo Tomás y que se conserva todavía en Prato como reliquia) hasta las obras maestras de Filippo Lippi, del siglo xv, en las que el espíritu del humanismo se manifiesta en su grado máximo de refinamiento.

La exposición recoge también, entre otras, las aportaciones de los manieristas, como Gianni Maria Butteri, y de los naturalistas, como Giovanni Battista Caracciolo, el Batistello, que llevaron hasta las últimas consecuencias la técnica del claroscuro.

Desde las luminosas epifanías del trecento hasta la violencia expresiva de Luca Signorelli y el tenebrismo que anuncia el Barroco, la exposición propone un recorrido por la historia del arte italiano, a partir de 59 piezas pertenecientes al fondo del Museo Civico de Prato, entre las que se incluyen pinturas sobre madera y tela, frescos, relieves en terracota y mayólica, mobiliario y piezas de orfebrería.

Con esta exposición también se quiere recordar el vínculo entre Barcelona y Prato, dos ciudades dedicadas a la producción textil que en la Edad Media mantuvieron una estrecha relación comercial.