Descripción de la Exposición En la vida y en el arte, escribió Ernst Gombrich la relación entre las luces y las sombras ayudan a percibir las formas de las cosas. El autor de Arte e ilusión se quejaba de la escasa importancia que en la historia del arte han tenido los estudios de la luz comparados con los que se le han dedicado a la perspectiva. Y ello a pesar de la cantidad de espejos, cristales, destellos o epifanías que pueblan la historia de la pintura. Tanto la luz como la perspectiva fueron estrategias fundamentales de la ilusión que los artistas construyeron a través de los siglos y la modernidad se encargó prolijamente de desmontar. Así, era esperable que la fotografía, nacida en pleno apogeo de la modernidad, no surgiera como un dato más en ese amplio territorio de la ilusión, sino como la realidad misma que es capaz de deslizarse a través de la huella que impone la luz.
La obra de Arturo Aguiar se sitúa en la encrucijada entre esa tradición, los usos actuales de la fotografía y la necesidad de restaurar para el sujeto el extraviado poder de crear ilusión.
Por eso sus imágenes se apartan del instante y los límites irreductibles de la cámara. En realidad tienen lugar fuera de ella, recuperan una manualidad de pincel y un tiempo distinto, que el artista administra a su antojo. El resultado son unos climas mórbidos, de sorprendente actualidad, pero que curiosamente rinden tributo a la mejor tradición de la pintura barroca y sus géneros constitutivos: la naturaleza muerta (Vanitas) y las escenas sacras.
La luz en ellas dignifica el desorden contemporáneo, pone coto al caos cotidiano y le otorga estura mística a lo más banal de mundo real…
¿Será una forma de pasión contemporánea lo que Aguiar pinta en sus misteriosos retratos indolentes? ¿Alguna forma extrema de sacralización de lo banal en este mundo en penumbras que habitamos?.
El nuestro, esta cada vez más claro, no es mundo de luces, sino de sombras y es eso lo que el artista pareciera subrayar con esta estrategia suya donde el uso de la luz se vuelve en sí mismo metáfora: apenas la emergencia leve de un trazo empeñado en rescatar perfiles y contornos que no siempre alcanzamos a ver.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España