Descripción de la Exposición Los cielos que pinta Dolores Guerrero no son paisajes. Desprovistos de toda imaginería figurativa, desnudos, instalados en la más pura abstracción, se nos antojan creaciones mágicas. Digo mágicas y remacho con énfasis el adjetivo mientras afirmo que, para mí, esos cielos sugerentes, brumosos o claros, plomizos o luminosos, alegres o trágicos; están cargados de magia en la medida en que evocan otra cara de la realidad, la que no es aparente, la que vamos a descubrir cuando el prestidigitador agita la tela, la hace discurrir y aparece con delicadeza inusitada la sorpresa y el contradictorio equilibrio de lo que parece imposible.
Pero lo mismo que hablo de magia, pudiera hablar de poesía y afirmar que de la rica y equilibrada paleta de Dolores vuelan (o salen del aire donde después permanecen) manchas que también pueden verse o mejor, leerse, como versos azules o grises, matizados por albas, ocasos, galaicas “brétemas” de su Lugo natal o presagios oscuros de tormenta de verano. Versos delicados, tenues, evocadores y certeros que describen cielos diversos y cambiantes o van mucho más allá y retratan estados del alma.
La pintura de Dolores Guerrero nos hace soñar, describir vuelos libres en un cielo imaginario, elevarnos en la búsqueda de aquello que la pintora quiere y consigue atrapar. En esos cielos hay magia, sonoridades, olores, movimientos y versos limpios, lienzos o páginas cargadas de poesía.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España