Descripción de la Exposición
"De pequeño, fascinado por el acordeón que mi padre guardaba en casa, lo desmonté ansioso por saber qué secretos escondía un objeto tan bello. Siempre tuve interés por el entramado interior de los objetos, más allá del poder evocador de su piel. Me acerco de igual forma a la pintura, el espíritu sigue siendo el mismo: saber de dónde viene la música.
Cuando comencé a pintar, aunque el objeto representado era perfectamente reconocible, para mí suponía una forma de establecer el límite, el punto de separación entre lo conocido y lo desconocido. Creo que mi trabajo actual tiene mucho más que ver con la realidad que el de aquel entonces en el que la capa superficial estaba tan presente.
Hoy sigo partiendo de fotos con las que compongo mosaicos y de las que pinto la superficie como si fuesen píxeles, uno a uno. Es ahí cuando aparecen las estructuras que generan volúmenes. Al trabajar en planos el resultado formal consigue una aparente simplificación pero, a cambio, las piezas tienen laterales que permiten ver el interior. Y ahí me siento muy cómodo porque lo que realmente me parece interesante son los cantos.
Creo que la pintura es una forma de provocar cosas para que aparezcan. Elegirlas es lo que distingue a cada pintor. Yo provoco interiores aunque no lo hago de forma consciente, es la marca del trabajo, la trastienda oculta lo que revelan estas nuevas piezas, el entramado que siempre me recuerda a aquel acordeón."