Éntheos

(que tiene un dios en el interior; iluminado por los dioses)

Éntheos es un viaje hacia el interior del propio ser humano, una aventura que nos acerca a ese maravilloso plano en el que no existe la forma ni el tiempo, una instalación compuesta de tres fases, el sueño, el soñador y la diosa madre, cada una de ellas con sus propios misterios y complejidades, cada una de ellas arrancadas de la psique humana.

La consecuencia de que el ser humano se apartara de los senderos interiores y comenzara a buscar su felicidad en el exterior, dio como resultado la domesticación del sueño, la aceptación de la sumisión y la anteposición de los sueños ajenos, como consecuencia, ... los seres interiores fueron relegados a un segundo plano, ocultos en lo mas profundo de nosotros mismos, olvidados, guardando paciente y humildemente la magia incomprensible del universo, esperando que el ser humano decida ocupar el lugar que le fue asignado por el gran misterio, aguardando nuestra respuesta....

En la instalación Éntheos uno se encuentra cara a cara con su propio camino personal pudiendo atravesar el velo que nos separa de lo que realmente necesitamos, Éntheos es un espacio para la reflexión y el crecimiento personal es un aprendizaje dividido en tres partes.

'El sueño' es el legado adquirido, ese conocimiento heredado que nos aparta de nosotros mismos y nos convierte en ese modelo de hombre socializado 'normalizado', es el humo que no nos permite determinar nuestro camino y el velo que oculta las realidades subyacentes, 'el sueño' es el árbol que oculta el bosque.

'El soñador' eres tú, es el espejo que nos refleja y en el que el mundo que nos rodea se ve reflejado, es la relación empática de uno mismo con el universo, es el ojo que se oculta tras el párpado.

'La diosa madre' es la figura etérea que se dibuja en nuestro subconsciente, es el dios que habita en nosotros mismo, es el secreto que guardamos o desconocemos, la gran madre es el legado del cosmos, los vestigios de esa luz primordial de la que todo ser es heredero, la sola presencia de la gran diosa confirma el hecho de que somos universo.