Como dúo de artistas nos pareció apropiado, en cierto modo, titular esta exposición con el mes de su inauguración, ya que el primer mes del año, a su vez, lleva el nombre de Jano, el dios romano de doble cara que preside los comienzos, los finales, las puertas, la dualidad y las transiciones, ya sean abstractas o concretas, sagradas o profanas. Los temas y motivos de la duplicidad y la transformación han estado presentes en nuestro trabajo durante varios años, y las referencias biográficas y la representación simbólica han sido herramientas recurrentes para la exploración de espacios donde lo real es tan mágico como lo mágico es real.
Para la Galeria Graça Brandão hemos reunido una constelación de obras con el fin de crear una puesta en escena, invocando el descubrimiento accidental de las ruinas enterradas del complejo palaciego del emperador Nerón, la Domus Aurea. A finales del siglo XV, un...joven pastor, mientras cuidaba su rebaño en las laderas del monte Esquilino, a las afueras de Roma, cayó entre el follaje que cubría un profundo agujero en el suelo. Cuando se levantó, se encontró con una gran sala abovedada, llena de pinturas extrañas y monstruosas que cubrían las paredes. En este espacio una cosa se convertía en muchas, una cabra se convertía en un hombre, que era una hoja, que era un pez, que era una columna. Y así, artistas, eruditos y curiosos de todas partes se precipitaron al agujero, al otro lado de la caída del pastor, para observar por sí mismos el redescubierto estilo pictórico romano. Como el lugar parecía una cueva, estas pinturas pasaron a llamarse grotteschi "grotesco".
Aunque la palabra grotesco significa muchas cosas (desde lo extraño, misterioso, magnífico, fantástico, horrendo, feo, incongruente, desagradable, hasta lo repugnante), los rasgos fundamentales en todas sus instancias son la duplicidad, la hibridez y la metamorfosis. Aplicar lo grotesco como método es situar todas las cosas en el mismo nivel de existencia: los seres humanos, los animales, las plantas, los objetos, lo inmaterial y lo fantasmagórico.
Al entrar en la Galería Graça Brandão, la primera serie de obras que encontramos es una larga colaboración con el padre de António, Ismael Leal (1933). Siempre interesado por la carpintería, se dedicó a ella como principal afición mientras se recuperaba de un tratamiento contra el cáncer, dedicándose a una forma de arte "vernáculo", haciendo cabras, ovejas, toros, vacas y caballos de memoria. Todos animales que conocía de su juventud en el pueblo. A lo largo de los años, le hemos encargado varios animales bicéfalos y bicéfalos en una variedad de cuadros expresivos. Tras recorrer estas primeras obras y más abajo, en la planta superior, encontramos una obra de vídeo-audio, una pictura somnium (pintura onírica)1 en tres capítulos.
Como pieza central de la exposición, nos encontramos con una prenda hecha para dos colgada en la planta inferior, que se apropia de modelos históricos, religiosos y médicos y está adornada con monedas adquiridas a lo largo de la vida por nuestras respectivas familias. A su alrededor encontramos cuatro carruseles verticales de vídeo, que forman parte de una serie de obras exploratorias, construidas a partir de escenas y observaciones de la vida cotidiana captadas con teléfonos móviles.
- António Leal y Jesper Veileby, enero de 2023
1 Pictura somnium fue el apodo que dio en 1556 el arquitecto Daniele Barbaro para, en su opinión, menospreciar las pinturas romanas "grotescas" recién descubiertas -citado en A. Chastel. La Groteska, traducido por S. Lega, Milán, Se, 2010, p. 22
Entrada actualizada el el 27 feb de 2023
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