Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- La escultura de Santi Moix es un reflejo de su fascinación por la naturaleza. De los paisajes del Ampurdán, del mar, de los recuerdos de su infancia; pero también es una traducción tridimensional de sus dibujos y pinturas, que forman parte de un universo propio y fácilmente identificable como parte de su biografía. Moix se dedica a la cerámica sólo en verano, cuando abandona Nueva York por Vullpellac (Girona), donde el ceramista Joan Raventós tiene su taller y donde, desde hace 14 años, Moix trabaja las formas sinuosas y geométricas de sus esculturas. Esta exposición permite, pues, mostrar una vertiente poco conocida de Santi Moix: la obra en pequeño formato que ha trabajado en el taller del ceramista Joan Raventós en Vullpellac.
Presenta una selección de las mejores obras en pequeño formato de Santi Moix. El artista catalán residente en Nueva York ha realizado las piezas en el taller del ceramista Joan Raventós, con quien colabora desde hace catorce años.
La exposición reúne piezas en barro blanco y policromado que recrean los símbolos que a menudo aparecen en los dibujos, grabados y óleos de Moix. Se trata de formas geométricas, algunas de las cuales recuerdan las huellas que deja la lluvia en la tierra, otras son figuras zoomorfas o animales y plantas salidos de la arena de la playa; entre otras, hay que destacar un grupo de piezas tituladas “Argèles-sur-Mer”, que fueron creadas en homenaje a la memoria los republicanos que murieron en el campo de refugiados de la playa del sur de Francia. Estas obras, de formas zoomorfas y vegetales -entre surrealistas, mágicas y oníricas– descansan sobre un soporte arenoso. Los colores suaves y cálidos de la arcilla esmaltada suavizan la dramática historia de tiempos pasados relatada por Jordi Solé, amigo de Santi Moix, en el libro Los rojos de ultramar.
Santi Moix vive en Nueva York desde 1988, pero cada verano se traslada al Ampurdán, su tierra, para trabajar la cerámica al lado de Raventós. Moix empezó pintando y esgrafiando placas, azulejos y obras realizadas en un torno de cerámica; quiso meterse en el mundo de la arcilla y empezó a estudiar los límites del barro, manipulándolo de mil maneras, trabajando siempre al aire libre, buscando la inspiración en los colores del Ampurdán, los campos labrados, la naturaleza. Hacia el año 2000, se inició en el mundo de la escultura, creando figuras tridimensionales a partir de los bocetos de un diario que siempre lleva encima y en el que guarda los dibujos que después se convertirán en obras de arte.
La obra de Santi Moix debe mucho a la experiencia de Joan Raventós. El ceramista –que ha trabajado con artistas como Claes Oldenburg, Roy Lichtenstein y Tom Carr, entre otros- le proporciona el mejor material a su alcance: un gres de color arena, que Moix modela y pinta antes de esmaltarlo con colores y cocerlo una sola vez. Raventós aporta al proceso el asesoramiento y la supervisión a posteriori; pero es siempre el artista quien decide, en último término, si la obra está terminada. Y si no está convencido del resultado final, no tiene problema en destruirla: casi el 60% de sus creaciones, tanto las esculturas como las pinturas, han desaparecido porque Moix no las ha dado por buenas. Pero aquellas que sobreviven son las que el artista ha considerado mejores, las que quedan para ser expuestas, las que son verdadero arte.
Exposición. 14 nov de 2024 - 08 dic de 2024 / Centro de Creación Contemporánea de Andalucía (C3A) / Córdoba, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España