Desde los cuadros abstractos de la década de los sesenta, a las series temáticas de los ochenta, o sus inconfundibles dragones chinos o los paisajes que realiza en los últimos años, la pintura de Navarro Baldeweg refleja esa constancia investigadora con referencias claras a la historia del arte y, sobre todo, a la cultura, entendida como una fuente de inspiración.

Tres temas dominan la exposición: la serie de las Manos, sus monumentales Danzas y Danzantes, además de la serie Habitaciones con Figuras. Tanto en el motivo como en la ejecución de todas ellas, se puede advertir una modalidad de cierre y autosuficiencia.

En los dos lienzos Mano Verde y Mano verde y roja se presenta la misma figura icónica, la mano abierta, según las distintas modalidades gestuales de su factura que

... 0cm 0pt">definen las variaciones reunidas. En sus Danzas y Danzante, Navarro Baldeweg conjuga una armonía entre los diferentes planos pictóricos y las figuras que se mueven y agitan en multitudes controladas. Por último, en sus Habitaciones con Figuras se presenta al individuo en una disposición de autoencajamiento en espacios arquitectónicos visados a vista de pájaro.

En definitiva y como el propio Navarro Baldeweg precisa: "la transparencia sintéctica de estos cuadros acotan una concepción que hace evidentes sus ingredientes, todas las piezas del juego están al descubierto combinándose en la variedad de cada conjunto".