Urizar vuelve a uno de sus temas favoritos: Bilbao, lo hace esta vez con una (re)visión como siempre peculiar de sus paisajes. Podríamos decir (como en el texto de José Luis Amadoz que acompaña el catálogo de la exposición) que es la mirada dócil de nuestro niño temeroso e insatisfecho, la imagen es tanto más satisfactoria por lo contradictoria, la mirada es quizás cínica, valiente y demuestra una gran madurez satisfecha. Valga la antífrasis.

En esta colección de óleos, Urizar (re)crea una particular y personal guía turística de Bilbao, con sus planos de situación, sus sitios pintorescos y las vistas de interés (espectacular y sorprendente el skyline de Bilbao). En su estilo habitual cada rincón de la ciudad adquiere un estilo expresionista y plantea un punto de vista personalísimo y sorprendente.

En definitiva es la expresión de una ... bilbainada transgresora, de un localismo con vocación universal y de un pincel que usa lo ordinario para dar una visión extra(ordinaria).