Descripción de la Exposición
En el siglo III d. C., Plotino defendió que la imagen, además de ser el reflejo de la apariencia de las cosas materiales, también captaba su esencia universal; por eso la obra de arte no era una simple imitación de la naturaleza material sino el punto de partida para la experiencia metafísica, al tratarse de la revelación de una forma superior a la del mundo sensible, que debía ser contemplada con el ojo interior y no con los ojos del cuerpo. Al artista correspondía, por tanto, hacer partícipe a la materia de la idea espiritual. ¿Dónde se produce exactamente el fenómeno de la visión? Quizás en el lugar del símbolo, en la zona intermedia, donde los cuerpos se espiritualizan y los espíritus se corporeizan, sostiene Victoria Cirlot, defensora de un espacio propio para el símbolo y las visiones cuyo origen no es el mundo material y físico.
En la zona intermedia da nombre a este proyecto expositivo que reúne a cuatro mujeres artistas cuyas obras comparten interrogantes y búsquedas de respuestas en torno a la recuperación de imágenes olvidadas, con el propósito de desvelar siquiera el eco de aquello que permanece latente en lo oculto.
La luz como principio formador del mundo permite a Mapi Rivera fijar la imagen latente. En la acción que se presenta, El agua y la tierra originales (2007), realizada en colaboración con Ramón Casanova y Jorge Egea, Mapi Rivera esculpe con barro la membrana uterina convertida en recipiente de luz que alojará su cuerpo abierto a la revelación. Desde el inicio de su trayectoria, Mapi Rivera persevera en la experiencia visionaria que tanto interés suscita en la actualidad; conviene anotarlo.
Sin ojos es el título de una serie de pinturas que Charo Pradas realizó entre 2002 y 2004. Ojos flotantes que buscan la profundidad para abrirse al mundo y al interior del cuerpo; ojos concéntricos que irradian la energía de un movimiento hipnótico alentador de extrañamientos e imágenes perturbadoras e imprevisibles. Ya sin ojos, la mirada interior ocupa la experiencia objetiva de lo real.
En la estela de Charo Pradas, las esculturas que Mara Ona modela con barro se integran en la historia natural infinita, cuyo devenir se disuelve en el tiempo en un enjambre espontáneo de imágenes insólitas y fantásticas que remiten a estructuras antropológicas del imaginario. Ajena a la realidad de las cosas, Mara Ona atiende al encuentro de ecos ancestrales en obras de raigambre surreal que le permiten ver sin ojos.
Louisa Holecz está inmersa en la reflexión pictórica del proceso creador-destructor de Camille Claudel. En su quimérica búsqueda de la unidad perdida, siente que en la duda está la revelación; y araña, borra y desfigura la figuración escudriñando las pulsiones que en cada momento activan las diferentes fases y marcan el tiempo de su pintura. Louisa Holecz pinta la luz que atraviesa las aguas a las que Camille Claudel arrojó los fragmentos de sus esculturas, y la materia.
La materia es memoria.
Texto: Chus Tudelilla
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España