Descripción de la Exposición Los lazos establecidos en el arte contemporáneo se han extendido con firmeza hacia otras disciplinas; nuestro concepto de arte como objeto para contemplar ha quedado en el trasfondo. Es un sistema multilineal que puede implicar doblez, cruce o inflexión y que comunica las artes, ciencia, historia, como un torbellino que atraviesa el espacio, con posibilidad de surgir en un punto cualquiera. Las estrategias de la representación no son ya sino estrategias en el tiempo, un tiempo heterogéneo sin una estructura explícita que constituya un relato pero que sí es un consistente hilván para hablarnos de nuestros modos de vida contemporáneos y algunos métodos de configuración de la conciencia creativa contemporánea. Por ello, algunos artistas ya no asumen la mostración de sus obras como dispositivo de significación, sino como una lógica que inscribe al sujeto en tanto manifestación del despliegue de un acontecer, de su diseminación en un estado de las cosas. Una mirada que pretende guiar el ojo a una realidad que se desvanece continuamente, enfrentándose a la ausencia, incluso de identidad, transitando por los márgenes de la idea mediante el descentramiento, la dispersión, el extrañamiento de sí. Todo ello permite la transcripción espacial de un universo interior errático: en su devenir cambiante y sólo por eso, destinada a ser fragmento, sin centro ni conclusión y conseguir que lo inconcluso sea revelación. Dice Peter Handke sobre la inspiración del creador: 'Yo estaba seguro de tener en la punta de la lengua algo inaudito. Y lo único que me venía a la mente era eso: representar'. La inspiración parece ser un dispositivo del tiempo que se extravía y se pierde pero Raquel Ponce tiene tiempo para recrear esta frágil estructura en su obra Back en la que integra la ficción de su realidad en el 'proceso' y el registro de un espacio-tiempo. Este último significa la negación de otro anterior respecto a un continuo, y ese carácter fenomenológico sitúa el corpus de este trabajo entre el documento y su residuo. Aquel aprendizaje del tiempo que se escapa es la estrategia de la renuncia; los días se graban en las paredes del estudio, sus resultados son sus días. Encontramos un vocabulario de signos y movimientos, mapas interiores que van enredando la composición en el espacio y que parecen metaforizar la vulnerable condición de la creación paseándose por sus contradicciones. Gregorio Viera en Algunas cosas... analiza la red de recorridos e intersecciones, de obstáculos y choques que constituyen el campo de nuestra percepción. El objeto es una forma de arte sin esencia, lo que percibimos son las cualidades que surgen de las cosas al colisionar con ellas. Las cosas no son más que el residuo material de todos estos gestos; recomponemos a través de ellos todo el resplandor y el peso del mundo. 'El sujeto receptor es un objeto del mundo sumergido en las influencias objetivas. Receptor de un lugar, emisor de todos los ángulos...' dice el texto de Lucrecio. El sentido 'aleatorio' de los objetos alzados en la pared aluden al espacio social del hombre y a la memoria más íntima; una manera de contemplar al ser humano y a sí mismo, minimizado. En cierta medida, un autorretrato, para conducirnos a un lugar más analítico: nuestra relación con el espacio-tiempo y como consecuencia, nuestro miedo al vacío.
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España