-------------------------------------------------------

-------------------------------------------------------

Con Rosa Rubio inauguramos en el CAB un nuevo espacio denominado “Cuatro paredes”. En él, y mediante la invitación a “pintar” o “dibujar” en las paredes a determinados artistas, buscamos poner en valor este tipo de disciplina creativa un tanto en desuso pero que sin embargo ha proporcionado a la historia del arte, a lo largo de los siglos, innumerables maravillas que afortunadamente pueden ser contempladas por nosotros y nuestros contemporáneos.

Esa vocación de hacer más perdurable a través del tiempo la obra de arte, realizada habitualmente en un “inmueble” es la que nos mueve, aunque tengamos que reconocer que de un pequeño “juego” se trata lo ... que desde hoy ponemos en marcha. Vamos en cierto modo a falsear las condiciones habituales de la pintura mural y vamos a ser más “flexibles”, podríamos decir. Las cuatro paredes que hemos construido en el interior del CAB (menos dos) no son paredes fijas, sino curiosamente “muebles” (han sido construidas de manera fragmentada) para poder facilitar el desmontaje y su almacenamiento.

Así pues no estamos propiciando el desarrollo de obras efímeras sino todo lo contrario. Nuestra ilusión es poder reconstruir en un futuro no demasiado lejano las diferentes “cuatro paredes” que a lo largo de estos próximos años los artistas hayan creado “in situ”.

El reto para cada uno de los artistas que pasarán es importante, de hecho para Rosa Rubio ya lo ha sido y por eso le agradecemos especialmente su gran disposición a aceptar el desafío. Su pintura, cargada de simbología, fuerza y, paradójicamente, infantilidad ha tenido siempre y tiene ciertas características pétreas basadas en la abundancia matérica que parecían estar pidiendo un soporte mucho más resistente y perdurable que el tradicional lienzo.

Alea Jacta est.